Un equipo de científicos españoles ha investigado los efectos del ayuno intermitente en personas con obesidad, con hallazgos que han sido publicados en la prestigiosa revista Nature Medicine. Este enfoque nutricional, que alterna períodos de ingesta con períodos de ayuno, se ha convertido en una alternativa prometedora frente a las dietas de restricción calórica, las cuales suelen ser difíciles de mantener a largo plazo.
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Granada, la Universidad Pública de Navarra y el CIBER, analizó tres métodos de ayuno intermitente durante 12 semanas: ayuno temprano (de 9:00 a 17:00), ayuno tardío (de 14:00 a 22:00) y un ayuno autoseleccionado (en promedio, de 12:00 a 20:00). Los resultados indicaron que realizar la última comida antes de las 17:00 y evitar cenar por la noche es particularmente eficaz para reducir la grasa subcutánea abdominal y mejorar la salud cardiovascular.
Además de practicar ayuno, los participantes también siguieron un programa de educación nutricional basado en la dieta mediterránea y estilos de vida saludables. Los grupos que practicaron el ayuno intermitente, independientemente del horario, lograron una mayor pérdida de peso, con un promedio de 3-4 kg, en comparación con quienes mantuvieron una ventana de ingesta tradicional de 12 horas. El grupo de ayuno temprano mostró los mayores beneficios, tanto en la reducción de grasa abdominal como en la regulación de los niveles de glucosa, lo que sugiere un impacto positivo en la salud metabólica y la prevención de diabetes.
Un aspecto destacado del estudio es que los participantes tuvieron una alta adherencia a las pautas de ayuno y no se registraron eventos adversos graves. Según los autores, esto posiciona al ayuno intermitente como una estrategia segura y efectiva para el manejo del peso y la mejora de la salud en personas con sobrepeso u obesidad.