El orgasmo femenino ha estado envuelto en creencias y mitos que, a pesar del avance en la educación sexual, aún persisten. En el marco del Día Mundial del Orgasmo Femenino, conversamos con una experta en psicología y sexología para desmentir algunos de estos mitos.
¿Masturbarse mejora los orgasmos? ¿Es más intenso el orgasmo clitoriano que el vaginal? ¿Pueden todas las mujeres experimentar múltiples orgasmos en una misma relación sexual? Estas preguntas reflejan algunas ideas equivocadas sobre el orgasmo femenino, incluyendo la errónea creencia de que existen diferentes tipos de orgasmo.
Lo primero que debemos entender es que el orgasmo es una respuesta sensorial que se origina en el cerebro y está asociada con la estimulación de diversas zonas del cuerpo. Esta respuesta suele venir acompañada de un aumento en la frecuencia cardiaca, aceleración de la respiración y contracciones involuntarias en la musculatura pélvica.
El orgasmo se produce cuando se alcanza un pico de placer, manifestado en contracciones musculares en la vagina, pene, ano o suelo pélvico, que suelen ocurrir a un ritmo de una por segundo, de 5 a 8 veces, generando una sensación de liberación en todo el cuerpo, explica Alba Povedano, psicóloga y sexóloga en Amantis Gràcia.
A pesar de los avances, el placer femenino ha sido históricamente relegado a un segundo plano en el discurso sexual. Con motivo del Día Mundial del Orgasmo Femenino, celebrado el 8 de agosto, Alba Povedano desmitifica algunas creencias que aún prevalecen sobre el orgasmo femenino.
Ocho creencias: ¿mito o realidad?
«Existen diferentes tipos de orgasmo»
Se dice que hay orgasmos vaginales y clitorianos, pero en realidad, según Povedano, el orgasmo es una respuesta sexual única que se produce en el cerebro. Lo que varía son las vías de estimulación que conducen a esa respuesta. Algunas mujeres alcanzan el orgasmo mediante la estimulación de la vagina, otras del clítoris, o de una combinación de ambas, y algunas incluso lo logran con la estimulación de los pechos, la zona anal, o incluso fantaseando. Lo importante es entender que la experiencia orgásmica es única, sin importar la zona estimulada.
«Si no tienes un orgasmo, no disfrutaste de la relación sexual»
Disfrutar de una relación sexual no depende únicamente de alcanzar el orgasmo. Pensar lo contrario está ligado a una visión en la que se espera que el hombre tenga el poder de llevar a su pareja al clímax, resalta Povedano. La satisfacción sexual puede surgir de la conexión emocional, las caricias y la intimidad compartida, y es fundamental reconocer y valorar estas experiencias como parte de una vida sexual plena.
«Los orgasmos son mejores cuando son en pareja»
Aunque los orgasmos en pareja pueden ser satisfactorios, los orgasmos individuales también son profundamente placenteros. La calidad del orgasmo no depende de la presencia de una pareja, sino de la conexión personal con el propio cuerpo. La masturbación es una forma válida y enriquecedora de experimentar orgasmos, ofreciendo autoconocimiento y autonomía sexual.
«Las mujeres tardan más en llegar al orgasmo»
Existe la percepción de que las mujeres tardan más que los hombres en alcanzar el orgasmo. Sin embargo, en la masturbación solitaria, muchas mujeres pueden llegar al clímax en cuestión de minutos, similar a los hombres. En las relaciones sexuales compartidas, el tiempo puede variar debido a factores emocionales y de comunicación, pero no existe una regla fija sobre la duración.
«Todas las mujeres pueden tener múltiples orgasmos en una misma relación sexual»
Es cierto que algunas mujeres pueden experimentar múltiples orgasmos en una relación sexual, pero no todas lo hacen. La capacidad de tener múltiples orgasmos varía entre las mujeres y no es una medida de satisfacción sexual. Ambas experiencias, tener uno o múltiples orgasmos, son igualmente válidas y satisfactorias.
«El orgasmo femenino está relacionado con la eyaculación»
Aunque las mujeres pueden eyacular, el orgasmo y la eyaculación son procesos independientes. Se piensa que un orgasmo potente conlleva el squirt, pero la realidad es que ambos fenómenos son respuestas separadas del cuerpo. La eyaculación puede ocurrir sin un orgasmo y viceversa.
«Masturbarse ayuda a mejorar los orgasmos»
Esta afirmación tiene fundamento. La masturbación es una herramienta poderosa para el autoconocimiento sexual, permitiendo identificar qué tipos de estimulación resultan más placenteros, lo que puede mejorar la calidad de los orgasmos. Este autoconocimiento también facilita la comunicación de necesidades y deseos a la pareja, enriqueciendo la experiencia sexual.
«El uso de succionadores de clítoris puede dificultar la obtención de orgasmos»
El uso frecuente de succionadores de clítoris puede generar tolerancia, requiriendo mayor estimulación para alcanzar el orgasmo. Esto se debe a la hiperestimulación del clítoris, pero es algo que puede evitarse variando los métodos y juguetes sexuales, lo que ayuda a mantener una respuesta orgásmica saludable y diversa.
Finalmente, Povedano concluye que durante el orgasmo, el cuerpo libera hormonas como la oxitocina y la endorfina, que ayudan a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el sistema inmunológico. Por ello, subraya la importancia del autoconocimiento y de «abrazar las verdades sobre la sexualidad femenina».