El cerebro, aunque representa solo el 2% de nuestro peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía derivada de los alimentos, lo que lo convierte en un órgano con altas demandas de nutrientes. Para optimizar su funcionamiento y prevenir enfermedades, es esencial una alimentación adecuada que proporcione el combustible necesario.
Una dieta equilibrada es clave para mantener una comunicación eficiente entre las neuronas, fomentar nuevas conexiones y realizar funciones cognitivas como aprender, recordar y tomar decisiones. Según Marisa Valiente, médico de familia y experta en inteligencia emocional, no existe un solo alimento que sea milagroso para la salud cerebral. Sin embargo, seguir una dieta saludable, como la mediterránea, es altamente beneficioso.
Los alimentos que perjudican la salud en general y la del cerebro en particular incluyen:
- Sal
- Azúcar
- Grasas trans
Las características de una alimentación saludable incluyen:
- Variabilidad: no existe un solo alimento que contenga todos los nutrientes esenciales.
- Equilibrio y adecuación: las proporciones deben ajustarse para fomentar la diversidad alimentaria.
- Salud: una dieta sana ayuda a mantener el bienestar general y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
Nutrientes clave para el cerebro:
- Ácidos grasos omega-3: Se encuentran en pescados grasos, nueces y semillas. Son fundamentales para la estructura y función neuronal.
- Vitaminas del complejo B: Ayudan en la producción de neurotransmisores que facilitan la comunicación entre neuronas.
- Minerales: El hierro transporta oxígeno al cerebro y el zinc participa en la plasticidad neuronal.
- Antioxidantes: Vitamina C y E protegen a las neuronas del daño por radicales libres, previniendo el deterioro cognitivo.
El estrés oxidativo es una de las principales causas de este deterioro, ya que el cerebro, al ser un órgano de alto consumo de oxígeno y con pocas defensas antioxidantes, es vulnerable a los radicales libres. Además, los alimentos ricos en fibra, especialmente los integrales, son beneficiosos para el sistema vascular cerebral debido a su contenido de ácido fólico.
Fuentes de nutrientes clave:
- Magnesio, vitaminas y neurotransmisores: Alimentos como anacardos, nueces, almendras y plátanos son beneficiosos.
- Antioxidantes: Los flavanoles se encuentran en frutas de colores, verduras como el brócoli y el cacao.
- Omega-3: Predomina en pescados azules, fundamentales para combatir los efectos del envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas.
- Cafeína y teína: En pequeñas cantidades, aumentan la atención y el rendimiento cognitivo.
- Chocolate negro: Rico en antioxidantes, protege contra el envejecimiento cerebral.
Alimentos recomendados para un cerebro sano:
- Pescados grasos: Como salmón, sardinas y atún, ricos en omega-3.
- Frutas y verduras: Como bayas, cítricos y verduras de hoja verde, que aportan antioxidantes y vitaminas.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces y semillas de chía, fuente de grasas saludables, vitaminas y minerales.
- Cereales integrales: Como avena, quinoa y arroz integral, ricos en fibra y vitaminas del complejo B.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos y frijoles, ricos en proteínas vegetales y fibra.
- Aceite de oliva: Rico en grasas monoinsaturadas, beneficiosas para la salud cerebral y cardiovascular.
Hidratación adecuada:
Es vital mantener una buena hidratación. Beber entre ocho y diez vasos de agua al día, o al menos 1,5 litros, es esencial para la función cerebral. Además de agua, se pueden consumir zumos, leche, caldo o infusiones.
A medida que envejecemos, el cerebro experimenta cambios naturales. Sin embargo, una alimentación adecuada, junto con ejercicio físico, estimulación cognitiva, descanso y control del estrés, puede ayudar a preservar la función cognitiva y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.