El Primer Ministro firmó un acuerdo para recibir a 1.500 agentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia, que ayudarán a restaurar la paz en el país
La ola de violencia en Haití va en aumento, ahora con el principal líder pandillero prometiendo luchar contra el Gobierno de Airel Henry y las instituciones que a él responden, hasta conseguir derrocarlo.
Jimmy “Barbecue” Chérizier sostuvo este viernes que no cesará en sus intentos de sacar del cargo el mandatario y pidió al pueblo mantenerse lejos de las calles para evitar consecuencias indeseadas producto de las agresiones.
“La batalla durará el tiempo que sea necesario, seguiremos luchando contra Ariel Henry. Para evitar daños colaterales, mantengan a los niños en casa”, dijo el ex oficial de policía que se convirtió en el cabecilla de la mayor alianza de pandillas que se apoderó de la paz del país durante el bloqueo a una terminal petrolera en 2022. Por sus acciones, ha sido sancionado por las Naciones Unidas y por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Estas advertencias se dieron pocos días después de que el pasado 7 de febrero Henry se negara a abandonar el Gobierno tal como establecía el acuerdo político alcanzado dos años atrás, tras la muerte del entonces presidente, Jovenel Möise.
A pesar de los reiterados llamados a dimitir, el mandatario se aferró a su puesto y aseguró que “en cuanto empiece a resolverse el problema de la seguridad, lanzaremos a toda costa el proceso electoral para entregar el poder a los dirigentes que el pueblo haitiano deberá elegir en buenas elecciones”, las cuales podrían ocurrir antes del 31 de agosto de 2025.
“El principal trabajo de un Gobierno de transición es crear las condiciones para poder organizar elecciones con el fin de dar al pueblo haitiano su legítimo derecho a elegir libremente a los hombres y mujeres a los que quiere entregar la dirección del país a todos los niveles”, agregó aquel día en su alocución de diez minutos en la que, no obstante, evitó mencionar el acuerdo alcanzado con el arco político y la comunidad internacional.
En su lugar, llevó el foco a la necesidad de conseguir el envío de una fuerza internacional que intervenga el país y permita restaurar la paz. En las últimas horas, durante una conferencia en Nairobi, Henry pidió a la ONU aumentar sus esfuerzos para conseguir una “cooperación internacional para restaurar la paz física para nuestro desarrollo económico”, a lo que el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarruc, respondió que ya se ha aprobado el envío de 1.500 militares para la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia.
Sin embargo, mientras en el plano diplomático tenían lugar estas declaraciones, en la isla centroamericana los ataques no cesaban. Este jueves, cuatro oficiales de la policía resultaron muertos en un ataque a tiros en Puerto Príncipe.
Los pandilleros abrieron fuego contra varios objetivos, entre ellos, estaciones de policía y hasta el aeropuerto internacional. Su objetivo era capturar al Jefe de la Policía, a los Ministros de Gobierno y evitar la vuelta al país de Henry, explicó Chérizier.
“La situación de ayer fue horrible. El centro de la ciudad estaba en guerra”, dijo un vecino que presenció la escena de decenas de personas huyendo de comunidades, locales y escuelas.
Este viernes, la capital pareció amanecer en un clima de mayor calma, con la gente tímidamente intentando volver a sus rutinas. No obstante, la Policía Nacional anunció una protesta para la tarde, en reclamo por la muerte de sus cuatro colegas.
“La policía necesita más equipo para enfrentar la situación”, reclamó el vocero Garry Desrosiers que precisó que, en general, los oficiales se ven superados en número y en armas por estas bandas criminales.
(Con información de AP, EFE y Reuters)