Lady Di le preguntó al socorrista antes de su sufrir un paro cardíaco: «Dios mío, ¿qué pasó?». Gourmelon logró resucitarla y se convenció que sobreviviría al escuchar de nuevo los latidos de su corazón, no obstante, la princesa falleció por graves lesiones internas al poco tiempo de llegar al hospital de Pitié-Salpétrière
La vida de la princesa Diana de Gales transcurrió bajo la presión de la monarquía británica y el acoso de los paparazzis, quienes la persiguieron hasta que su vehículo se estrelló en el puente del Almá en París, Francia, el 31 de agosto de 1997.
Un día antes de su muerte, Lady Di contempló junto su pareja Dodi Al Fayed, hijo del multimillonario árabe Mohamed Al-Fayed, las aguas cristalinas de la costa Esmeralda de Cerdeña, en Italia.
Tras broncearse y disfrutar su viaje por el Mediterráneo, la princesa desayunó cruasanes con mermelada y una cesta de frutas que acompañó con zumo de naranja.
«Estaba de buen humor», dijo su mayordomo René Delor, quien contó que la relación de Diana con Dodi estaba muy bien: «No dejaron de hablar de la travesía. Era increíble. Todo el tiempo estaban riéndose, tomados de las manos».
Al llegar la tarde, la pareja abordó un avión con destino a París, en donde una decena de periodistas aguardaba su llegada .
Diana y el multimillonario tenían previsto pasar una noche en la capital francesa porque ella debía volver a Londres, Inglaterra, para acompañar a sus hijos, los príncipes Harry y William, en su regreso a clases.
Los enamorados llegaron al hotel Ritz, propiedad del padre de Dodi, sin embargo ese no era el lugar donde querían pasar la noche, la pareja quería ir al apartamento de al Fayed, cerca del Arco del Triunfo.
En su intento por huir de los paparazzis para llegar al lugar, dos vehículos simularon partir con ellos desde la entrada principal del hotel, mientras Diana y Dodi se subieron a un Mercedes 600 negro que los esperaba por la puerta de atrás. Pese a su esfuerzo, los periodistas los alcanzaron y la persecución terminó con la vida la princesa y su pareja a las 12:20 de la madrugada del 31 de agosto, en el puente del Almá en París.
Las últimas palabras de Diana
La princesa Diana pronunció su últimas palabras a Xavier Gourmelon, un bombero que intentó salvarla después de que su automóvil se estrellara.
Lady Di le preguntó al socorrista antes de su sufrir un paro cardíaco: «Dios mío, ¿qué pasó?». Gourmelon logró resucitarla y se convenció que sobreviviría al escuchar de nuevo los latidos de su corazón, no obstante, la princesa falleció por graves lesiones internas al poco tiempo de llegar al hospital de Pitié-Salpétrière.
Las confesiones de su médico
El médico MoSef Dahman, quien atendió a la princesa Diana en la sala de emergencia recordó el pasado mes de junio detalles dramáticos de aquella noche del 31 de agosto de 1997 en el Hospital Pitié-Salpêtrière de la ciudad de París.
«Estaba descansando en la sala de guardia cuando recibí una llamada de Bruno Riou, el anestesista jefe de guardia, diciéndome que fuera a la sala de urgencias. No me dijeron que se trataba de Lady Diana, sino que había habido un grave accidente con una mujer joven», dijo Dahman en una entrevista concedida al Daily Mail.
Afirmó que al llegar a la sala de urgencia su ayudante estaba en un rincón de la habitación porque se «sentía abrumada por la gravedad del momento». Fue en ese momento cuando fue informado que la mujer que se encontraba en la camilla era Diana de Gales, madre de los príncipes William y Harry.
El médico explicó que a Diana le hicieron una radiografía a su llegada al centro de salud, con la cual pudieron comprobar que sufría de una «hemorragia interna», por lo que tuvo que ser sometida a un drenaje torácico para extraer el exceso de líquido.
En horas de la madrugada sufrió un paro cardiaco, complicando más su situación médica. Fue sometida a un masaje cardíaco externo y, aún cuando se encontraba en la camilla, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
Aunque los médicos hicieron todo lo que estaba a su alcance para salvarle la vida, el corazón de Diana de Gales se detuvo.
«Probamos con descargas eléctricas, varias veces, pero no conseguimos que su corazón volviera a latir», apuntó.
Momento escabroso: «Los zapatos del médico tenían sangre azul»
Dahman dijo que los días posteriores a la muerte de la princesa fue testigo de situaciones desagradables puesto que varios medios de comunicación intentaron escabullirse en las salas y los pasillos del hospital para obtener información sobre Diana.
Sin embargo, señala que hubo una situación en específico que aún tiene grabada en su memoria.
«Cuando atendía a Diana, llevaba puestos mis zapatos médicos. Y obviamente en esa situación no prestas atención a nada más que a intentar salvar al paciente. Solo a la mañana siguiente me di cuenta que estaban manchados de sangre».
Detalla que estaba caminando por los pasillos del hospital cuando un hombre se le acercó y le dijo: «Estoy interesado en ellos. Quiero comprárselos. Tienen sangre azul».
Horrorizado por aquella petición, Dahman se dirigió a limpiar sus zapatos y así poner fin a la trágica historia.
La despedida de Lady Di y sus hijos
Al llegar a París, Lady Di llamó a sus hijos, sin saber que sería su último adiós. La convesación fue breve porque pensaban que se verían al día siguiente en Londres.
El príncipe Harry reconoció en el documental ‘Diana, Our Mother: Her Life and Legacy’ el dolor que arrastra desde aquel 31 de agosto por esa llamada a la que no le dio importancia.
El funeral de la princesa de los pobres
Millones de personas llenaron las calles de Londres para darle a la princesa de los pobres su último adiós. El funeral contó con la presencia de reconocidas celebridades como Elton John. elcooperante.com