Para muchas mujeres el engaño de su pareja es uno de los dolores más grandes, pero también puede ser la motivación para reconectarse con su amor propio y hacer el cambio que su vida necesita, esta historia de amor te llenará de inspiración.
La infidelidad es una de las cosas que más pueden inquietarnos y nada duele más como la traición de la persona que tanto has amado, pero también puede ser la chispa adecuada para poner orden en nuestra vida cuando hemos olvidado nuestro amor propio. Su esposo y su querida la llamaron “vaca gorda” y luego de llorar hizo el cambio de su vida.
Es la historia de Betsy Ayala, una mujer que ha inspirado al mundo entero con su historia de amor propio y que demostró que después de la tormenta más fuerte el sol puede brillar con más fuerza que nunca.
Betsy Ayala es una mujer de 34 años que se enamoró a los 17 años y prácticamente pasó la mitad de su vida con un hombre que no supo valorarla, pero no se dio cuenta hasta que tras dar a luz, encontró mensajes de él y su amante, no solo hablando de cómo la engañaban sino burlándose por su sobrepeso, contaba con cerca de 100 kilos.
Betsy Ayala sintió que su mundo se caía a pedazos, además de estar sumamente dolida, pensaba en su bebé de tan solo seis meses y sufría por ver cómo se caía a pedazos todo lo que alguna vez había creído de la vida.
“Había estado con él desde los 17 años y básicamente había dedicado mi vida a nuestra relación”, señaló en redes sociales, donde ha compartido su historia e imágenes de su transformación.
Betsy Ayala estaba devastada y luego de sentir uno de los peores dolores de su vida, se armó de motivación, entonces su vida fue otra.
50 KILOS DESPUÉS, SE ENCONTRÓ A ELLA MISMA Y EN SU HIJA, ENCONTRÓ LA MOTIVACIÓN MÁS GRANDE DE TODAS
Las conversaciones de su esposo y su amante fueron dolorosas, pero Betsy Ayala se animó y fue la mejor decisión, pues logró bajar cerca de 50 kilos y hoy es otra. Aunque ya había intentado bajar de peso antes, esta vez fue definitiva, se tomó todo en serio, dejó de consumir azúcar en exceso, tomó clases de zumba y en dos años sorprendió con una nueva figura.
Hoy habla de ese engaño como una bendición, pues de no haber recibido ese golpe de realidad ella misma admite que tal vez hubiera seguido como estaba, lloraba después de las sesiones de ejercicio pero decidió cambiar por ella y por su hija, deseaba que la pequeña estuviera orgullosa y que fuera su ejemplo a seguir.
Con más de 100 mil seguidores en redes sociales como Instagram, Betsy Ayala sigue promoviendo grandes lecciones especialmente a mujeres, quienes se han dado cuenta del valor del amor propio por encima del amor de pareja.