El cuándo, el cómo y el cuánto del cuidado de la piel antiedad
Parece un gesto fácil que se repite cada año pero si te quemas todos los veranos significa que no aplicas el fotoprotector como deberías.
Para empezar, hay que extenderlo por rostro y cuerpo 20 minutos antes de salir de casa y repetir la aplicación cuando se sale del agua. Eso sí, siempre hay que retirar el exceso de humedad con una toalla antes de hacerlo.
Además, no te olvides de zonas como la espalda, los pies, los párpados o los labios, tan delicadas como el resto y que no suelen recibir el nivel óptimo de protección.
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