Hay muchas maneras de experimentar y dar placer en las relaciones sexuales, pero, como sucede en todo, cada persona es diferente. Lo que puede ser placentero para unos, puede causar molestias, dolor o incomodidad para otros. Retrasar la eyaculación es una práctica que se está volviendo más común y que puede entrenarse, pero ¿realmente aumenta el placer? ¿en qué consiste?
Antes de responder estas preguntas, es importante aclarar qué es la eyaculación y si es lo mismo que el orgasmo. Aunque a menudo se confunden, son cosas distintas. Según Ana Viejo, sexóloga del Equipo Amaltea Sexología en Zaragoza, “la eyaculación es simplemente el proceso de expulsión del semen a través del pene por la uretra».
Jesús Rodríguez, director del Instituto Sexológico Murciano, explica que la eyaculación tiene dos fases. La primera, conocida como emisión, consiste en la acumulación del semen en la uretra prostática, resultado de la contracción de los conductos deferentes, la próstata y las vesículas seminales, junto con el cierre de los esfínteres urinarios. La segunda fase, llamada expulsión, implica la salida pulsátil del semen a través de la uretra gracias a la contracción de los músculos que rodean el pene y el suelo pélvico.
La principal causa de la eyaculación es la estimulación repetitiva del pene, aunque este reflejo puede ser influenciado por el cerebro, que puede retrasarlo o acelerarlo según las circunstancias.
El propósito principal de la eyaculación es la reproducción. Durante el coito, los espermatozoides viajan desde los testículos a través de los conductos deferentes hasta la vesícula seminal, donde se mezclan con el líquido seminal y luego se expulsan a través de la uretra hacia el cuerpo de la mujer, buscando alcanzar el óvulo para la fecundación.
Eyaculación y orgasmo: ¿son lo mismo?
Aunque suelen ocurrir simultáneamente, eyaculación y orgasmo no son lo mismo. Mientras que el orgasmo es una experiencia cerebral y subjetiva, la eyaculación es un proceso físico que no necesariamente tiene que acompañar al orgasmo. Es posible tener orgasmos sin eyacular, y también se puede disfrutar sin llegar al orgasmo.
Viejo enfatiza que muchas personas tienden a confundir placer con orgasmo, cuando en realidad son experiencias distintas. Es importante aprender a diferenciarlas para disfrutar plenamente de la sexualidad, ya que el placer puede experimentarse en diferentes momentos de una relación sexual, no solo en el clímax.
¿Qué es el ‘coitus reservatus’ (retrasar la eyaculación)?
El ‘coitus reservatus’ es una práctica sexual en la que el hombre se mantiene en la fase de meseta, previa al orgasmo, el mayor tiempo posible para evitar eyacular. Esta técnica busca prolongar la excitación sexual sin llegar a la eyaculación, y puede practicarse tanto en solitario como en pareja.
¿Genera más placer?
Retrasar la eyaculación puede ser más placentero para algunas personas, aunque depende de gustos individuales. Muchos hombres que practican esta técnica afirman que experimentan orgasmos más intensos y eyaculaciones más abundantes. Sin embargo, el placer es subjetivo y cada persona lo experimenta de manera diferente.
¿Es una práctica segura?
Retrasar la eyaculación es generalmente seguro si no se fuerza en exceso la musculatura o se emplean dispositivos peligrosos. Si se practica de manera incorrecta, puede generar problemas como inflamación en la zona pélvica, dolor, o incluso problemas psicológicos como ansiedad o estrés.
Se puede entrenar
Retrasar la eyaculación es algo que puede entrenarse. Para ello, es fundamental aprender a reconocer el «punto de no retorno», que es el momento en que la eyaculación es inminente e inevitable. Con técnicas adecuadas, es posible desarrollar el control necesario para prolongar la fase de meseta y evitar cruzar ese umbral.