Nadie puede negarlo: ¡los orgasmos son increíbles! Y aunque no deberían ser la meta principal del sexo, son un plus bastante agradable. Y es que no sólo se sienten bien, sino que producen la liberación de la hormona del amor. Además suben tus defensas y liberan estrés.
Y aunque seguramente ya conoces todos los beneficios del orgasmo, lo más interesante es el efecto que tienen en tu cuerpo, así como en tu cerebro.
LOS CAMBIOS QUE EXPERIMENTA TU CUERPO:
Te sientes muy feliz
No sólo te sientes mentalmente feliz durante un orgasmo, sino que tu cuerpo también lo puede sentir. Es por eso que querrás acurrucarte con tu pareja después del orgasmo y hablar. Durante y después del clímax, el cuerpo libera oxitocina, la hormona de la felicidad y el amor.
Tu cuerpo se sentirá más a gusto teniendo orgasmos
Entre más orgasmos tengas, más fácil será conseguirlos. Recuerda que la práctica hace al maestro… y si hay una habilidad que te recomiendo en esta vida, es la habilidad de poder llegar al orgasmo rápido, fácil y con cualquiera.
Respiras mejor por el orgasmo
¿Alguna vez has tenido un orgasmo agripada? Si no… ¡inténtalo! Los orgasmos pueden abrir los pasos nasales bloqueados y aliviar la congestión. Sin mencionar que te harán sentir de maravilla física y emocionalmente.
Tu ritmo cardíaco se incrementa
Llegar al orgasmo es como llegar a la meta de un maratón; tu pulso está por los cielos, tu presión sanguínea incrementa y tu respiración es agitada. Y tal vez no sea como correr 10 kilómetros, pero cuando alguien tiene sexo, prácticamente está llevando a cabo una actividad aeróbica.
Fortaleces tus músculos
Tu pulso se acelera, dándole a tu cuerpo la actividad aeróbica que tu corazón necesita para mantenerse saludable. Durante el orgasmo, los músculos de la vagina, ano y útero se contraen, luego se liberan, produciendo ondas de placer que se sienten increíbles. El incremento de circulación sanguínea en los genitales durante el orgasmo también mantiene la integridad del músculo liso que recubre la vagina, el recto y el tejido conjuntivo entre el eje del pene y el escroto.
Sientes un placer increíble
No sólo es culpa de la liberación de hormonas. Las regiones del cerebro que monitorean la ansiedad y miedo funcionan en menor capacidad durante el orgasmo, permitiendo que la mujer experimente placer sin inhibición.
Tu cerebro hace una pausa
Aunque solo es por un momento, sí hay una pausa en función de la corteza orbitofrontal lateral y eso crea la sensación extracorpórea experimentada durante el orgasmo, algo así como una especie de espasmo o tic, y se trata de una relajación máxima.
Tienes alta tolerancia al dolor
No solo las hormonas liberadas durante el orgasmo actúan como analgésico, sino que las contracciones en el útero incrementan la circulación de la sangre y reducen los cólicos menstruales. Este analgésico natural incrementa tu tolerancia al dolor y alivia el dolor que sientes en ese momento.
Tu cuerpo se hincha
Seguramente no lo notarás porque estás teniendo sexo, pero hay ciertas partes de tu cuerpo que incrementan en tamaño al tener un orgasmo. Los senos aumentan un 25% La vulva se hincha por la cantidad de sangre que se acumula en el área pélvica. Y, por supuesto, la vagina se estira para darle entrada al pene. Fuente