No pienses que eres el único que, en ocasiones, sientes una enorme ira contra la persona de la que estás enamorada. ¿Es algo normal o es síntoma de que la relación se está acabando?
Llevo muchos años enamorada de mi pareja, pero a veces se me despierta una enorme ira contra él. ¿Es posible amar y odiar a una persona a la vez?
Ciertamente las relaciones duraderas, esas que se mantienen unidas con el paso de los años, tienen sus matices y peculiaridades. Por ello, creo que es importante detenernos y analizar algunos de los aspectos más comunes en ellas, para que podamos así entender si lo que estamos viviendo es normal, o se trata de un indicador de algo que no vemos y de lo que no somos conscientes.
Lo primero a tener en cuenta es que la relación de pareja deberíamos entenderla como algo que está vivo. Esto significa que, como toda especie viviente: crece, evoluciona, cambia, se transforma y algún día, también muere, es decir, acaba. No podemos pretender sentir lo mismo cuando llevamos tres meses de relación y estamos en plena fase de enamoramiento, que cuando llevamos cinco años de convivencia, que cuando nace nuestro primer hijo, cuando tenemos ya tres hijos, etc.
Y cuidado, por supuesto que hay muchas personas que ahora estarán pensando: “Pues yo sigo igual de enamorada que el primer día”. Entiendo que esto significa que estas personas siguen eligiendo a su pareja porque les gusta como es, porque les sigue atrayendo física y sexualmente, porque tienen proyectos en común y disfrutan compartiendo la vida juntos. Enamorados, después de años, puedo asegurar que no lo están, pero eso no significa que no puedan estar bien.
Pero a lo que íbamos. Con el paso de los años, aunque estemos bien, las cosas entre nosotros van cambiando y la relación, si se mantiene, va madurando. Algunas parejas experimentan un proceso de maduración sano y fortalecedor en el que aumenta la complicidad, la cercanía y el cariño. Otras, en cambio, parece que van madurando, pero lo que las mantiene unidas son una serie de costumbres y rutinas de las que sueñan con escapar pero no tienen suficientes agallas para hacerlo. Se mantienen allí y es más por resignación que por una elección consciente y deseada.
Amor e ira, sentimientos opuestos
En tu caso, nos comentas que a veces sientes ira hacia tu pareja y nos preguntas si se puede amar y odiar a la vez. Voy a ser muy, muy clara: NO. De ninguna manera.
Si sientes ira contra alguien, es porque esa persona, de algún modo, te está dañando. Puede que sea porque estás renunciando a algo importante por estar a su lado, puede que sea porque aceptas cosas, tratos o conductas que no te gustan y que sabes que no deberías tolerar, puede que sea porque en el fondo no te gusta como es y te mantienes por la esperanza de que algún día cambie, aunque esto nunca sucede, puede que sea porque no has superado alguna herida que te causó (infidelidad, engaño, etc). Puede ser algo que forme parte del pasado y aparentemente ya esté superado, pero tus emociones son las que te indican lo que está aún doliendo en tu interior. Y debes tenerlas en cuenta. No puedes ignorarlas.
Si amas a alguien, le admiras, le deseas y sientes bondad, compasión y cercanía. Sentir odio o ira hacia quien “supuestamente amas”, es uno de los indicadores más claros de que allí, puede haber muchas cosas, pero amor, no. Tal vez antaño lo hubo. Probablemente. Pero lo que haya ocurrido entre vosotros ha hecho que ese sentimiento se transformara en algo distinto, aunque no te hayas dado cuenta.
Es muy importante que le pongas nombre a lo que esté pasando dentro de ti para que así puedas ver cómo hacer frente a lo que esté ocurriendo entre vosotros.
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