Como dicen por ahí, los desencuentros ocurren hasta en las mejores familias, aunque también se dice que los trapos sucios deben lavarse en casa. Y por más que los integrantes de la realeza hacen lo posible por evitar que sus problemas salgan a la luz pública, siempre hay algo o alguien que delata lo que está ocurriendo.
Una de las situaciones más sonadas y evidenciadas es la relación entre Meghan Markle y Kate Middleton, quienes han tenido desencuentro desde los preparativos de la boda de la duquesa de Sussex y con el trato que ésta le da al staff que le atiende.
Otra de las relaciones ríspidas en la realeza es la de la reina de España, Letizia y doña Sofía. Un hecho muy sonado fue el ocurrido en la catedral de Palma de Mallorca en la pascua de 2018, cuando Letizia obstaculizó algunas fotografías que su suegra se tomaría con la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Una de las relaciones con mayor cobertura mediática ocurrió entre Diana de Gales (qepd) y Camila Parker, pues siempre se habló de la relación que ésta última sostuvo con el príncipe Carlos, de forma paralela al matrimonio real, por lo que se dice que entre ellas hubo una conversación en la que Diana reclamó la infidelidad a su rival.
Una situación de desencuentro más ocurre entre los hermanos Carlos y Andrés de Inglaterra, pues se dice que la rivalidad existe por la línea sucesoria. Mientras que en el caso de la relación entre María Teresa de Luxemburgo y Josefina Carlota, se dice que para esta última siempre le molestó el origen plebeyo de su nuera
Así que para los amante de los royals, su estatus, estilo y elegancia, no está de más saber que se trata de seres humanos que también sufren las consecuencias de las relaciones familiares. Fuente