Aunque aún se siguen realizando investigaciones sobre el origen del deseo sexual, se sabe que está influenciado por cambios en las hormonas tanto masculinas como femeninas.
El deseo sexual es el primer paso hacia una relación sexual satisfactoria. Este impulso de atracción se activa por diversos mecanismos psiconeurobiológicos, aunque la conexión emocional y los factores psicológicos juegan un papel fundamental. Desde aspectos biológicos como las hormonas, hasta factores psicológicos como las fantasías sexuales o el tipo de vínculo emocional con la pareja, todos ellos impactan en el deseo sexual.
El sexólogo Luis Guillén Plaza explica que este proceso es complejo y varía entre hombres y mujeres. Según él, los hombres tienden a ser más visuales y respondones, mientras que las mujeres son más emocionales y relacionales, aunque esto no significa que los hombres no sean influenciados por sus emociones ni que las mujeres no se activen por estímulos visuales.
Además, tanto la velocidad como la intensidad del deseo sexual varían entre géneros. «Los hombres suelen activarse más rápido y alcanzar el orgasmo con mayor rapidez, mientras que las mujeres tardan más en sentirse excitadas», explica Guillén. Las fases de la respuesta sexual son cuatro: deseo, excitación, meseta y orgasmo. La rápida excitación masculina está relacionada con las hormonas, especialmente la testosterona. En el caso de las mujeres, las hormonas femeninas, como los estrógenos y la progesterona, también juegan un papel clave en el deseo sexual, y por ejemplo, durante la ovulación, los niveles hormonales aumentan, lo que incrementa el deseo.
Factores que afectan la pérdida del deseo sexual
Con el paso de los años, los niveles de testosterona en los hombres y de estrógenos y progesterona en las mujeres disminuyen gradualmente, lo que puede llevar a una reducción en el deseo sexual. Sin embargo, también influyen factores psicológicos y sociales, como cambios culturales y experiencias personales. La edad no tiene que ser un obstáculo para disfrutar de la sexualidad, y según el sexólogo, se pueden experimentar relaciones sexuales de una manera diferente a medida que envejecemos.
Además, Guillén menciona que la exposición a la luz solar puede influir en el deseo sexual, ya que afecta directamente a nuestras hormonas. «En días nublados y lluviosos, por ejemplo, es común sentirse con menos energía, y eso también impacta en el deseo sexual», señala. Este fenómeno también se observa en animales, donde la primavera es la época en que comienzan a reproducirse.
La salud mental también está estrechamente relacionada con el deseo sexual. La depresión, el estrés y la ansiedad pueden disminuir el deseo, lo mismo que una baja autoestima o una mala percepción de uno mismo.
Los factores culturales también juegan un papel importante: en algunas culturas patriarcales, los hombres pueden sentir que expresan más fácilmente su deseo sexual, mientras que las mujeres, en muchos casos, tienen menos espacio para manifestar su sexualidad.
Cómo aumentar el deseo sexual de manera natural
El deseo sexual varía mucho entre las personas, y lo que funciona para una puede no ser efectivo para otra. Sin embargo, hay algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar la energía y el deseo sexual:
- Adoptar un estilo de vida saludable: Mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes (frutas, verduras, grasas saludables) y evitar el exceso de fatiga, el tabaco o el sobrepeso puede tener un impacto positivo. Hacer ejercicio regularmente también mejora la circulación, reduce el estrés y aumenta la autoestima, lo que a su vez favorece el deseo sexual.
- Explorar la sexualidad juntos: La intimidad no se limita al coito. Los juegos previos, como vendarse los ojos o susurrar en la oreja, pueden enriquecer la experiencia sexual y aumentar el deseo.
- Reducir el estrés: El estrés es un gran enemigo del deseo sexual. Actividades relajantes como el yoga, la meditación o incluso un hobby como pintar pueden ser útiles.
- Mejorar la comunicación en pareja: Hablar abiertamente sobre lo que nos gusta y lo que no, sin tabúes ni vergüenzas, es esencial para fomentar una relación sexual saludable y plena.
- Fomentar la conexión emocional: Realizar actividades juntos, como una escapada romántica o una cena especial, puede fortalecer el vínculo emocional y aumentar el deseo sexual.
- Aceptar que no todas las relaciones sexuales son perfectas: Preocuparse demasiado por «rendir» durante el acto sexual puede generar ansiedad y reducir el deseo. Es importante relajarse y disfrutar del momento sin presiones.
- Explorar afrodisíacos naturales: Algunas plantas como la damiana, maca o ginseng rojo se han asociado con el aumento del deseo sexual.
- Ver contenido erótico: Si ambos miembros de la pareja están de acuerdo, el contenido erótico puede ser una forma de aumentar el deseo sexual.
- No abusar de los contenidos eróticos digitales: El exceso de exposición a imágenes o videos eróticos en redes sociales puede generar expectativas poco realistas y disminuir el deseo sexual.
Siguiendo estas recomendaciones y manteniendo un enfoque equilibrado, es posible mejorar la libido de forma natural y disfrutar de una vida sexual más saludable y satisfactoria.