Un estudio reciente nos permitió conocer cómo es el cerebro de una mujer cuando esta se siente sola.
Las mujeres podemos sentirnos solas, especialmente este año en el que, por las condiciones sanitarias que imperan en el mundo por la aparición del virus de Wuhan, hemos tenido que permanecer más aisladas y solas que nunca, lo cual pudiera traer repercusiones negativas en la salud mental.
Es por eso que un grupo de investigadores de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, les pareció importante efectuar estudios de cómo la soledad afecta a las mujeres y a las personas en aislamiento y cómo esta se ve reflejada en el cerebro, para que con ello seamos conscientes de la importancia de reducir los sentimientos de soledad.
De ahí que, en un estudio efectuado a alrededor de 40 mil adultos de mediana edad, entre ellos, mujeres, permitió hacer resonancias magnéticas entre las personas que a menudo se sentían solas con las que no, datos que también se incluyeron en el Biobanco del Reino Unido para futuras referencias.
Este Biobanco es una base de datos que se encuentra abierta para todos los científicos del mundo y que permite comparar datos de estudios relacionados con la salud mental y el funcionamiento del cerebro ante diversas circunstancias, lo cual permte comparar resultados y descubrimientos.
ESTUDIO
De ahí que los científicos encontraron que existen diferencias entre el cerebro de las personas solitarias y las que no se sienten así. Por ejemplo, en mujeres que dijeron sentirse solitarias se encontraron diferencias en la red predeterminada, que son conjunto de regiones cerebrales involucradas en pensamientos internos.
Dentro de los descubrimientos vieron que los cerebros de mujeres solitarias muestran una conexión más fuerte en las redes predeterminadas que permiten recordar, planificar el futuro, imaginar y pensar en los demás, además de que el volumen de la materia gris en estas zonas es mayor.
Y es que según los estudios, la red predeterminada es usada por las mujeres, y por todas las personas en general, cuando recordamos eventos pasados, cuando imaginamos cómo será el futuro y cuando creamos hipótesis sobre nuestro presente inmediato.
Por lo que, el hecho de que la red predeterminada sea más fuerte en mujeres y personas solitarias se puede deber a que recuren con mayor frecuencia a los recursos y al uso de la imaginación para sentir menos soledad y hacer frente a su distanciamiento social.
“En ausencia de experiencias sociales deseadas, las mujeres y personas solitarias pueden estar predispuestas a genera pensamientos dirigidos a recordar experiencias pasadas o imaginar eventos posibles, por lo que este comportamiento autorreflexivo fortalece la red predeterminada” dijo Nathan Spreng, autor del estudio.