Perder peso no solo depende de la dieta elegida o de seguirla al pie de la letra, sino también de evitar ciertos errores comunes que pueden obstaculizar el proceso o generar el temido efecto rebote. La nutricionista María José Crispín explica algunos de los errores más frecuentes y cómo corregirlos:
1. No ser realista sobre lo que se come
Muchas personas subestiman la cantidad y el tipo de alimentos que consumen. Un estudio de la Universidad de Leeds (Reino Unido) señala que los errores en los registros de comida incluyen omisiones de alimentos ultraprocesados y la falta de precisión en las porciones.
Solución: Llevar un diario de comidas detallado o tomar fotos de cada comida ayuda a tener un control realista de la ingesta diaria.
2. Enfocarse solo en el peso y no en la grasa corporal
El peso en la báscula no siempre refleja una pérdida de grasa real, ya que también se pueden perder líquidos o masa muscular.
Solución: Medir la grasa corporal mediante bioimpedancia, el uso de un plicómetro o simplemente observando cómo cambia la ropa en el cuerpo.
3. Tener prisa y falta de paciencia
Buscar resultados rápidos puede llevar a dietas extremas y poco sostenibles. Las evidencias muestran que los pequeños cambios en el estilo de vida son clave para mantener la pérdida de peso a largo plazo.
Solución: Adoptar un enfoque sostenible y mantener hábitos saludables más allá del número en la báscula.
4. Normalizar el efecto yo-yo
Las dietas drásticas sin supervisión pueden llevar a la pérdida de músculo y a una recuperación rápida del peso perdido.
Solución: Optar por un plan de alimentación equilibrado y acudir a un nutricionista para guía personalizada.
5. Infravalorar el ejercicio físico
El sedentarismo no solo dificulta la pérdida de peso, sino que también impacta negativamente en la composición corporal y el bienestar emocional.
Solución: Realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico y agregar entrenamiento de fuerza para preservar la masa muscular.
6. Comer en exceso alimentos «saludables»
Aunque ciertos alimentos como nueces, aguacates o aceite de oliva son beneficiosos, su alta densidad calórica puede provocar un aumento de peso si se consumen sin moderación.
Solución: Controlar las porciones y evitar el abuso de productos light o edulcorantes artificiales.
7. Olvidarse de las calorías
Muchas dietas se enfocan en eliminar ciertos macronutrientes sin considerar el balance calórico total.
Solución: Incluir grasas saludables en la dieta y controlar la ingesta calórica total para evitar un exceso que impida la pérdida de peso.
Para perder peso de manera efectiva y duradera, es fundamental adoptar hábitos saludables, combinar una alimentación equilibrada con ejercicio y contar con asesoramiento profesional. Más allá de los kilos, el objetivo debe ser mejorar la calidad de vida y el bienestar general.