Aunque es un aparato muy utilizado por su practicidad, existen varios mitos en torno a su impacto en la salud. ¿Realmente es perjudicial?
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otras entidades han realizado estudios sobre las verdaderas consecuencias del uso del microondas para la salud humana.
Lo cierto es que se ha desmentido la creencia de que este electrodoméstico podría ser cancerígeno.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos explica que la radiación emitida por un microondas no tiene la capacidad de dañar el ADN ni de provocar cáncer.
Además, señalan que la radiación ionizante, que sí podría ser peligrosa, no está presente en el funcionamiento de los hornos microondas domésticos.
Precauciones
La OMS respalda la seguridad del uso del microondas, siempre y cuando se sigan ciertas precauciones básicas al utilizarlo.
Por ejemplo, es crucial asegurarse de que el aparato funcione correctamente y que no presente daños visibles, como golpes o roturas en la puerta, ya que esto podría permitir una fuga de radiación.
Asimismo, es importante utilizar recipientes apropiados para microondas, evitando aquellos hechos de materiales que puedan derretirse o causar problemas.
En resumen, la OMS confirma que no existen informes que vinculen el uso de microondas con problemas de salud, pero subraya la importancia de usarlo correctamente.