El cantante enfrenta una prueba de paternidad que evade encerrado en su finca y los medios de España hablan sobre problemas de salud
2018 es un año que no pasará desapercibido en la vida del cantante. Durante el mes de septiembre, más precisamente el día 23, Julio Iglesias cumple 75 años y además este año celebra su 50° aniversario de una carrera que comenzó a transitar luego de ganar el Festival de Benidorm con su más que clásica canción La vida sigue igual, en 1968.
Más allá del anuncio que realizó sobre una gira conmemorativa, su agenda se está congelada y tampoco se saben muchas noticias respecto de su día a día. Su foto más reciente es del pasado 9 de agosto en Marbella, vestido de manera abrigada, pese al calor europeo de la época. Sus redes tampoco dan muchas pistas: la última imagen de sí mismo es del mes de enero, donde se deja ver junto a un perro labrador, sentado en un carrito de golf con una sonrisa de oreja a oreja. Varios medios españoles afirman que Iglesias se encuentra en su finca de Ojén, en Málaga. De quienes sí han tenido noticias con frecuencia es de su esposa, Miranda Rijnsburger, y de algunos de sus hijos. Pero de él nada de nada…
La palabra oficial de uno de sus voceros decía que el multipremiado músico estaba enfocado en escribir su libro de memorias, de ahí que se encontrara en una situación de aislamiento. Está tan escondido que los abogados de Javier Sánchez, quien asegura ser hijo del cantante, afirman que no pueden dar con él para entregarle los papeles del proceso. De continuar la situación, el reclamo sobre la prueba de paternidad recaerá sobre sus hijos.
Sumando su tiempo junto a Isabel Preysler, con quien tuvo a Enrique Iglesias, Julio tiene ocho descendientes. A ellos se les sumaría Javier Sánchez. Su hijo, Julio José, conoce a Javier, al que reconoce como alguien que le cae bien: «Es un chico simpático, pero de ahí a llamarle hermano, no».
Las pruebas de ADN fueron obtenidas a través de restos biológicos tomados a Julio Iglesias Junior y le dieron la oportunidad a los abogados de Sánchez de probar que, en su opinión, es el hijo del cantante.
Durante el verano de 2015, Iglesias «padre» se enfrentó a una operación de espalda, en la zona lumbar, donde no le quedó otra que permanecer en reposo, así informó su discográfica en el país ibérico. Con esto, los rumores sobre su delicada salud han ido aumentando, sumado al encierro en el que está y a que, hace un tiempo, varios medios latinoamericanos aseguraron que también había sufrido un problema cardíaco y que tuvo que pasar por una clínica en Nueva York.
Dentro de los planes, estaba previsto que el día 5 de agosto el cantante reapareciera en Marbella para un concierto que luego se suspendió. «Hace dos meses y medio no podía ni caminar», admitió el artista. El 24 de septiembre de ese mismo año presentaba Sway, una de las canciones que forman parte del disco que lleva por nombre México. «Es el último que hago en un estudio de grabación», anunció.
Sony Music, el sello del que forma parte, emitió un esclarecedor comunicado: «Julio Iglesias tuvo una pequeña intervención médica en la parte lumbar de la espalda, como parte de un chequeo rutinario en Nueva York. Julio Iglesias volverá a todas sus actividades tras el reposo que debe guardar recomendado por los doctores», aclaró.
Luego de anunciar su una gira mundial, por el momento sólo hay confirmadas cuatro ciudades: 10 de septiembre, en Taskent, Uzbekistán; 1 y 2 de octubre en el Teatro de la Ópera de Dubái; 6 de octubre en Tel Aviv; y por último, el 17 de ese mismo mes en la ciudad rusa de Moscú.
