Para un amante del pan, renunciar a él es misión casi imposible. Y decimos “casi” porque la naturaleza y la gastronomía son inteligentes, ya que nos dan opciones: harina de avena casera.
La avena es un súper cereal, y no solo lo decimos por si versatilidad. Una investigación del Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Toronto, señala que este alimento es rico en carbohidratos y fibra, específicamente beta- glucano. Por otro lado, media taza (78 gramos) aporta: 191% de magnesio, 41% fósforo, 20 % Zinc y vitamina B1 y B5.
¿Cómo hacer harina de avena casera?
Paso 1
Hacer harina de avena es de lo más sencillo del mundo. Lo único que necesitas es dos tazas y media de copos de avena entera y una licuadora (si tienes un procesador de alimentos mucho mejor).
Paso 2
Vacía los copos de avena en la licuadora y tritura hasta que se forme un polvo fino. No tomará mucho tiempo, solo unos segundos. Una vez que lo obtengas, guarda en un frasco en un espacio fresco.
Sabor
Para este paso lo que necesitas es dos cucharadas de cacao en polvo. ¡No chocolate! Ya que en ocasiones pueden tener exceso de azúcar o colorante.
Proteínas extras
Por sí sola, la harina de avena es saludable pero si quieres aumentar sus beneficios. Al moler los copos agrega una o dos cucharadas de semillas de calabaza, girasol o lino.
Esta harina puede servirte para hacer pasteles, galletas y hasta para ser parte de licuados. Si necesitas más sólo agrega las tazas necesarias. ¡Ahora sí a disfrutar!
