Es una sensación que muchas personas han experimentado: justo cuando el sueño comienza a invadirnos, una sacudida repentina nos despierta con la impresión de estar cayendo al vacío. Este fenómeno, conocido como mioclonías hipnagógicas o hípnicas, es completamente normal y ocurre en algún momento de la vida de casi todas las personas.
¿Qué son las mioclonías hipnagógicas?
Según la neurofisióloga Anjana López Delgado, miembro del Grupo de Trabajo de Insomnio de la Sociedad Española del Sueño (SES), este fenómeno consiste en sacudidas o espasmos musculares involuntarios que ocurren cuando nos estamos quedando dormidos. «Es una sacudida muscular breve que puede afectar a una pierna, un brazo, el tronco o la cabeza», explica Celia García Malo, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En algunos casos, estos espasmos pueden ir acompañados de una sensación de caída o incluso de un grito involuntario.
¿Por qué ocurren estos espasmos?
A pesar de su frecuencia, la causa exacta de las mioclonías hipnagógicas sigue siendo un misterio. «Creemos que se deben a una activación de las neuronas motoras de la médula espinal, pero realmente es un mecanismo desconocido», señala López.
Este fenómeno no discrimina por edad ni género, aunque algunos estudios sugieren que puede presentarse con mayor frecuencia en personas con privación de sueño o que atraviesan períodos de estrés intenso.
¿Cuándo es necesario consultar a un médico?
Si bien estas sacudidas suelen ser esporádicas y no representan un problema de salud, en algunos casos pueden volverse recurrentes y afectar la calidad del sueño. «Hay personas que cada vez que intentan dormir sufren una mioclonía, lo que puede generar insomnio, ansiedad e incluso miedo a acostarse», indica García.
En estos casos, se recomienda acudir al médico para una evaluación neurológica. En ocasiones, puede ser necesario un estudio del sueño o pruebas de imagen como una resonancia magnética para descartar posibles problemas en la médula espinal o condiciones más serias como la esclerosis múltiple.
Si no se detecta ninguna causa orgánica, el tratamiento suele incluir medicación como benzodiacepinas, específicamente clonazepam, para romper el ciclo de privación de sueño y mioclonías.
Consejos para reducir las mioclonías hipnagógicas
Para quienes experimentan estos espasmos con frecuencia, los especialistas recomiendan:
Dormir el número de horas adecuado según la edad para evitar la privación de sueño.
Mantener horarios regulares de sueño, acostándose y despertándose a la misma hora cada día.
Evitar estimulantes como la cafeína, la nicotina y el alcohol, especialmente en las horas previas al descanso.
En la mayoría de los casos, las mioclonías hipnagógicas no representan un problema de salud y no requieren tratamiento. Sin embargo, si estas sacudidas afectan el descanso de manera significativa, es recomendable buscar orientación médica para mejorar la calidad del sueño.