Los expertos en tecnología han sido claros: Google ha logrado superar a OpenAI, la empresa que ha sido su principal competidora en los últimos años.
Este avance se debe al lanzamiento de Veo 2, una inteligencia artificial capaz de generar videos a partir de simples descripciones textuales. Aunque OpenAI ya contaba con una herramienta similar, Sora, que se presentó a inicios de 2024 y recientemente se puso a disposición de los usuarios de pago, los resultados de Veo 2 han dejado en evidencia las limitaciones de su competidor.
Veo 2 comenzó a generar expectativas desde su presentación en diciembre, con ejemplos que mostraban su potencial. Ahora que algunos expertos han podido probarla, las primeras impresiones han confirmado su superioridad en varios aspectos. La herramienta de Google permite generar videos en 4K, mientras que Sora solo alcanza Full HD. Además, ofrece clips más largos, de hasta dos minutos, y cuenta con un mayor realismo en los movimientos y efectos visuales.
Uno de los factores clave detrás de este éxito es YouTube. La plataforma, que genera más de 30.000 millones de dólares anuales en publicidad y es la más utilizada en el mundo para ver videos en streaming, ha sido un recurso invaluable para entrenar modelos de inteligencia artificial. Google ha reconocido que utiliza material de YouTube para mejorar sus sistemas, siempre bajo los términos de uso y acuerdos con creadores.
Por otro lado, OpenAI ha sido señalada por haber usado sin permiso contenido de YouTube para entrenar sus modelos. Según una investigación del New York Times, la empresa de Sam Altman habría empleado un millón de horas de videos sin el consentimiento de los creadores.
Este panorama ha dado lugar a un negocio inesperado: la venta de videos no publicados. Empresas tecnológicas como Google y OpenAI están comprando material audiovisual a creadores de contenido para alimentar sus algoritmos de IA. Los precios varían entre 1 y 4 dólares por minuto, dependiendo de la calidad, resolución y tipo de tomas.
Además, la disputa por el acceso a contenido digital también ha alcanzado a TikTok. Se han planteado posibles adquisiciones de su filial estadounidense, con empresas como Perplexity mostrando interés en una sociedad conjunta para controlar parte de sus operaciones. Aunque aún no hay una oferta formal de Elon Musk, su nombre ha sido mencionado en las especulaciones sobre el futuro de la plataforma.
En este contexto, la carrera por el desarrollo de inteligencia artificial sigue acelerándose, con Google marcando la diferencia gracias a su ecosistema de productos y acceso privilegiado a datos de video.