En medio de la intensa ola de calor que afecta a muchas regiones, los especialistas en sueño aseguran que dormir una siesta corta no solo es reparador, sino también beneficioso para la salud. La coordinadora del grupo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), María José Martínez, afirma que en verano “la siesta puede ser una aliada muy útil”, especialmente cuando las altas temperaturas impiden un descanso nocturno adecuado.
El cuerpo humano, dice Martínez, busca naturalmente una pausa tras la comida, momento en el que el calor y la digestión se combinan para generar una sensación de cansancio. En estos casos, una siesta de entre 10 y 30 minutos antes de las 5:00 p.m. puede ayudar a recuperar energía sin interferir con el sueño nocturno.
Beneficios respaldados por la ciencia
La evidencia científica ha demostrado que una siesta breve:
- Reduce la fatiga física y mental.
- Mejora la concentración, la memoria y el estado de ánimo.
- Regula la presión arterial, lo cual es crucial durante el verano, cuando el corazón trabaja más por el exceso de calor.
- Disminuye la temperatura corporal, ayudando a combatir el estrés térmico acumulado.
Un descanso fresco y moderado
Pero no cualquier siesta sirve. Según la experta, lo ideal es dormirla en un espacio ventilado y fresco, sin necesidad de recurrir al aire acondicionado excesivo, que puede interferir con la calidad del sueño. Además, recomienda no acostarse en la cama, sino en un sillón o sofá, y en un ambiente con algo de luz, para evitar entrar en fases profundas del sueño.
Otros consejos para dormir mejor durante el verano
Además de la siesta, los especialistas recomiendan seguir ciertos hábitos para sobrellevar mejor el calor nocturno:
- Hidratación: Beber suficiente agua durante el día y evitar el alcohol, ya que este aumenta la deshidratación y empeora el sueño.
- Ambientes frescos: Mantener persianas cerradas en las horas más calurosas y ventilar cuando baje la temperatura.
- Refrescarse con agua: Usar pulverizadores o paños húmedos para bajar la temperatura corporal.
- Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul de celulares y televisores afecta la producción de melatonina. Leer o meditar puede ser una mejor opción.
- Cenas ligeras y tempranas: Evitar comidas pesadas ayuda a una mejor digestión y previene molestias como el reflujo.
Dormir la siesta ya no es solo un lujo cultural, sino una herramienta útil para enfrentar las exigencias del verano. Con buenos hábitos, se puede aprovechar al máximo este pequeño descanso para cuidar la salud y mejorar el bienestar diario.