El divorcio se consuma. Lionel Messi, que anunció el martes a la directiva del Barcelona su intención de salir del equipo, no acudió este domingo al centro de entrenamiento azulgrana, donde los jugadores estaban citados para someterse a una prueba de Covid-19, indicó a la AFP, una fuente próxima al club.
Al contrario de los otros jugadores de la plantilla, el argentino no fue visto por los periodistas en la entrada del centro de entrenamiento Joan Gamper para una sesión médica, en la víspera de la reanudación de los entrenamientos.
«Para el capitán barcelonés, como comunicó en su correo del martes, su compromiso con el Barcelona se ha terminado, no tiene más obligación de presentarse a exámenes ni a entrenamientos. No forma parte de la familia azulgrana. Pone fin a una aventura que ha durado 20 años», señaló el diario deportivo Marca, con respecto al jugador de 33 años, que llegó al Barcelona cuando tenía solo 13 años.
Fundido tras una temporada de pesadilla, entre resultados decepcionantes y varios escándalos, Messi comunicó el martes a través de un burofax que deseaba poner fin a su contrato de forma «unilateral».
El argentino activaba así la cláusula N.24 de su contrato, que le permite salir libre cada año, antes del 10 de junio.
Pero el desarrollo atípico de la presente temporada, interrumpida varios meses por la pandemia de coronavirus, es un argumento para dar validez a la cláusula en agosto, según su equipo jurídico.
Y al no considerarse más como un miembro de la plantilla que dirigirá el nuevo entrenador, Ronald Koeman, y según lo advirtió, La Pulga no asistió la primera cita de la nueva temporada, este domingo.
