Meghan Markle se ha convertido en una de las mujeres más famosas del mundo luego de casarse con Enrique de Gales, hijo de la legendaria Princesa Diana. A pesar de que tuvo una boda de ensueño, la mujer de 37 años parece no estar en uno de sus mejores momentos, ya que la relación que existe entre ella y su familia no sería la más idónea.
Thomas Markle, su padre, fue blanco de escándalo una vez que confesó haber posado para unas fotografías «de paparazzi» en donde observaba el Palacio de Kensington antes de la boda de su hija, la ahora duquesa de Sussex.
El padre de Meghan confesó también a Daily Mail que mintió al príncipe Harry cuando mantuvieron una conversación telefónica alegando que él no había participado en el famoso montaje fotográfico que provocó el fin de la relación entre él y su hija.
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Pero quien sí es fuente de apoyo y cariño incondicional para Meghan es su madre, la señora Doria Ragland de 61 años de edad. Sin embargo, desde que su hija se casó con el príncipe Harry, han estado demasiado distanciadas, ya que ella radica en la ciudad de Los Ángeles, EE.UU. y Meghan en Londres.
Es por ello que de acuerdo al medio antes mencionado, la madre de la duquesa de Sussex ha decidido mudarse a la capital británica para estar más cerca de la esposa del príncipe. En pocas palabras, la suegra de Enrique de Gales ya habría dejado su trabajo de educadora social en la ciudad del estado de California para estar más unida a su única hija.
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El repentino cambio se debería al embarazo de Meghan Markle. A pesar de que esta noticia se ha difundido por medios internacionales, hasta el momento, la casa real británica no ha pronunciado una palabra al respecto. Fuente