Beber agua con limón tiene varias ventajas, aunque también circulan muchos mitos sobre esta bebida, como el de que ayuda a perder peso.
El limón es una excelente fuente de vitamina C y potasio, y desempeña un papel importante en la producción de colágeno, mejora la cicatrización y refuerza el sistema inmunitario. Aunque su consumo se ha popularizado recientemente, también han surgido algunos rumores infundados.
Es innegable que el limón ofrece beneficios reales. La vitamina C que contiene ayuda a prevenir enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, cataratas y trastornos neurodegenerativos. La Fundación Española de la Nutrición (FEN) destaca que los fitonutrientes, especialmente los limonoides presentes en la cáscara del limón, pueden ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Además, el limón es rico en flavonoides, que tienen dos propiedades destacables: son antioxidantes, lo que los hace útiles para combatir enfermedades oxidativas como la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, y son inhibidores de la neuroinflamación, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, así como mejorar la memoria y el aprendizaje.
La pulpa del limón contiene ácidos orgánicos, como el ácido cítrico, que no solo aportan su sabor ácido, sino que también potencian la acción de la vitamina C y tienen efectos antisépticos.
En cuanto a la idea de que el agua con limón ayuda a perder peso, no hay evidencia que respalde esta afirmación. Aunque incorporar limón a la dieta puede ser beneficioso, hacerlo en ayunas no tiene un impacto significativo en la pérdida de peso, según los expertos. Sin embargo, el limón puede mejorar las defensas antimicrobianas y reducir el riesgo de infecciones, lo que podría ser útil para tratar problemas como el acné o las heridas.
Por otro lado, el consumo de agua con limón no es recomendable para quienes tienen úlceras gástricas debido a su acidez, que puede agravar los síntomas. En general, el consumo moderado de limón como complemento dietético es saludable.