El cuerpo humano está diseñado para ser activo durante el día y descansar por la noche. Ser noctámbulo, ya sea por trabajo o por disfrutar de la vida nocturna, puede tener un impacto negativo en la salud mental, según diversos estudios.
Si eres una persona que se queda despierta hasta tarde, es posible que debas prestar más atención a tu salud mental. La vida nocturna, ya sea por obligaciones laborales o por ocio, puede contribuir a la aparición o empeoramiento de trastornos como la depresión y la ansiedad. Cambiar algunos hábitos, como acostarse un poco más temprano y aprovechar el día, puede mejorar el bienestar mental, aunque no siempre sea fácil de lograr.
Algunas personas tienen una predisposición natural a un estilo de vida nocturno. Aquellos que tienden a levantarse temprano y acostarse pronto son conocidos como «alondras», mientras que los que se van a dormir tarde y se levantan más tarde son llamados «búhos».
Beneficios psicológicos de dejar de ser búho
Los noctámbulos, cuyo ritmo biológico los lleva a un ciclo de sueño-vigilia más tardío, enfrentan más problemas de salud física, cambios de humor, menor rendimiento y, en algunos casos, mayores tasas de mortalidad. Un estudio publicado en la revista Sleep Medicine mostró que adelantar la hora de dormir en dos horas mejoró significativamente varios aspectos en los participantes:
- Menos síntomas de depresión.
- Reducción del estrés.
- Mejora en el rendimiento cognitivo.
- Menos somnolencia durante el día, especialmente por la mañana.
Impacto del trabajo nocturno en la salud mental
Las evidencias sobre los efectos negativos del trabajo nocturno en la salud mental son numerosas. Este tipo de trabajo se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, infartos, accidentes cerebrovasculares, obesidad, complicaciones en el embarazo, ciertos tipos de cáncer (como el colorrectal), insomnio y otros trastornos del sueño. Además, varios estudios han encontrado una fuerte relación entre trabajar de noche y el aumento de depresión y ansiedad.
Dado que no siempre es posible cambiar a un trabajo diurno, los expertos ofrecen recomendaciones para mitigar el impacto en la salud mental. Algunas de ellas son:
- Cuidado al conducir: Conducir por la noche o tras una larga jornada laboral aumenta el riesgo de accidentes. Es fundamental tomar todas las precauciones necesarias.
- Mantén un horario de sueño regular: La falta de sueño continuo provoca fatiga en los trabajadores nocturnos. Intentar establecer rutinas de sueño, aunque sea durante el día, es importante. Limitar el ruido y la luz al dormir también ayuda.
- Sigue una dieta equilibrada: Es común recurrir a estimulantes como la cafeína para mantenerse despierto y a relajantes como el alcohol para dormir. Los expertos aconsejan evitar estas sustancias, que pueden volverse adictivas, y optar por una dieta saludable que ayude a prevenir problemas de salud relacionados con el trabajo nocturno.
- Haz ejercicio: La actividad física es uno de los mejores reguladores del sueño. Incluso caminar 30 minutos al día puede ser beneficioso.
- Busca apoyo social: Mantener buenas relaciones personales es clave para la salud mental. Aunque los horarios nocturnos pueden parecer incompatibles con la socialización, compartir estos tiempos con familiares y amigos puede ayudar a encontrar momentos para disfrutar sin sacrificar el descanso.
Ocio nocturno y salud mental
Salir de fiesta por la noche puede ser socialmente gratificante y contribuir al bienestar emocional al fortalecer lazos de amistad. Un informe del Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) reconoce que el ocio nocturno satisface necesidades individuales y colectivas.
Sin embargo, este tipo de entretenimiento también puede presentar riesgos para la salud física y mental, incluyendo relaciones tóxicas, mayor riesgo de abuso y consumo de drogas. Según el PNSD, las oportunidades de crecimiento personal que ofrece el ocio nocturno pueden ir acompañadas de situaciones de riesgo y comportamientos problemáticos, especialmente cuando se relaciona con el consumo de sustancias.