Antes de la creación de la Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-, por el Consejo Universitario en el año 1962, las escuelas de agronomías e institutos como el de Dajabón, Loyola de San Cristóbal y el de Moca no aceptaban mujeres en sus aulas, tampoco el Instituto Superior de Agricultura ISA- que se inició el año 1963.
En la idiosincrasia del pueblo dominicano no se concebía que las mujeres pudieran estudiar ciencias agrícolas y mucho menos abordar las faenas cotidianas del campo.
Al abrirse la Escuela de Agronomía de la UASD, en el año 1962, ingresaron dos mujeres y solo una terminó la carrera en España, al formar parte del grupo de estudiantes que fueron becados por el gobierno del profesor Juan Bosch; el grupo que viajó a España en su mayoría eran estudiantes de medicina y solamente dos personas iban a estudiar agronomía, Yocasta Marián Soto Roa y Luis Puello Guerrero.
Yocasta Marián Soto Roa llegó al país, en el año 1968, egresada de Ingeniera Agrónoma de la Universidad de Barcelona, es la primera mujer agrónoma del país.
En la primera promoción de Ingenieros Agrónomos de la UASD, egresada en el año 1968, no hubo mujeres;
Yocasta se fue a España y la otra no siguió la carrera; y siguiendo la tradición, en la 2da promoción no ingresaron mujeres; en la tercera promoción que se gradúa en el año 1972 terminaron seis (6) Ingenieras Agrónomas, las primeras graduadas en el país.
Yocasta Marián Soto Roa, Inés Brioso, Constanza Casanovas, Birmania Wagner, Maritza Olivero, Alba Aquino, Rosa Julia Cedeño, son las primeras Ingenieras Agrónomas del país, todas excelentes profesionales, que han contribuido con la formación de las nuevas generaciones de profesionales agropecuarios, y han aportado a la investigación, a la producción agropecuaria y al desarrollo institucional de la Secretaría de Estado de Agricultura.
Estas pioneras del sector agropecuario han dejado su vida en el campo dominicano, no las han amedrentado las condiciones precarias y difíciles de su ejercicio profesional; los motores, yipecitos Willys, carros cepillos y tractores han sido parte de sus instrumentos de trabajo para surcar el campo y dejar su aliento de vida, cumpliendo con su deber con la patria y la seguridad alimentaria de nuestro pueblo.
Al celebrarse el 4 de octubre el Dia del Agrónomo, quiero reverenciar a estas dignas colegas, reconociendo los grandes aportes que han realizado al país en sus funciones públicas y en su ejercicio profesional. Todas están vivas con pensiones miserables, expresión de como nuestra sociedad les paga a los que son honestos y trabajadores.
En cuanto a las modestas pensiones que reciben las primeras mujeres del país graduadas de Ingenieras Agrónomas, tenemos la esperanza en el gobierno del cambio presidido por el presidente Luis Abinader subsane esta lamentable situación, la cual fue presentada al ministro de Agricultura, pero no ha sido resuelta; así también se le envió una comunicación al presidente Luis Abinader, de fecha diez (10) de septiembre de 2020 y todavía esperamos respuesta.
En este 4 de octubre Día del Agrónomo queremos rendirles “Honor a las Primeras Ingenieras Agrónomas del País”, ejemplos de trabajo, honestidad y sacrificio.
Por Franklin Rosa
