Millones de personas en el mundo toman estatinas para reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, una reciente investigación sugiere que estos medicamentos podrían tener un beneficio adicional: disminuir el riesgo de cáncer de hígado y otras enfermedades hepáticas crónicas.
Más allá del colesterol
Las estatinas, fármacos ampliamente utilizados para controlar los niveles de colesterol, han demostrado tener efectos positivos en la salud hepática. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine ha encontrado que su consumo está relacionado con una reducción del riesgo de cáncer hepático y la progresión de enfermedades como la cirrosis.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), entre el 60 % y el 90 % de los casos de carcinoma hepatocelular (el tipo más común de cáncer de hígado) están vinculados a la cirrosis, una afección que se desarrolla cuando las células del hígado son reemplazadas por tejido cicatricial.
Mecanismos de protección
Los beneficios adicionales de las estatinas podrían deberse a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antifibróticas. Estas acciones ayudarían a ralentizar la progresión del daño hepático y reducir la acumulación de tejido cicatricial, lo que a su vez disminuiría el riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Claves para prevenir el cáncer de hígado
Además del posible efecto protector de las estatinas, los expertos recomiendan una serie de medidas para reducir el riesgo de hepatocarcinoma:
- Evitar el consumo excesivo de alcohol: Se recomienda un límite de una bebida al día para mujeres y dos para hombres, aunque lo ideal es eliminarlo por completo.
- Mantener un peso saludable: La obesidad y la diabetes están relacionadas con el desarrollo de enfermedades hepáticas.
- Seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio: Estos hábitos ayudan a prevenir el hígado graso no alcohólico, una de las principales causas de cirrosis.
- Prevenir la hepatitis C y vacunarse contra la hepatitis B: Estas infecciones aumentan significativamente el riesgo de daño hepático y cáncer.
- Evitar la exposición a sustancias tóxicas: Algunas toxinas, como las aflatoxinas presentes en alimentos mal almacenados, pueden aumentar el riesgo de cáncer de hígado.
El estudio sugiere que las estatinas podrían jugar un papel clave en la prevención del cáncer hepático, además de su uso tradicional en la reducción del colesterol. A pesar de estos hallazgos, los expertos insisten en que es fundamental seguir investigando antes de recomendar su uso generalizado con este nuevo propósito. Como siempre, cualquier decisión sobre tratamientos debe tomarse bajo supervisión médica.