El autor de la novela en la que se basa la película aseguró que era una historia real que había atestiguado en su niñez, pero hubo polémica al respecto al no existir evidencia alguna de ningún caso similar.
Aunque Brad Pitt es una de las estrellas de Hollywood más conocidas, hay algunas películas en su filmografía que, con el paso del tiempo, han caído en el olvido a pesar de que en su día fueron grandes éxitos que ayudaron a consolidar su peso en la industria estadounidense. Una de ellas es Sleepers.
En la década de 1990 Brad Pitt se convirtió en uno de los actores más solicitados de Hollywood gracias a películas como El Club de la Lucha de David Fincher, el inconfundible ‘thriller’ criminal, también de Fincher, Se7en, Entrevista con el vampiro o Leyendas de pasión. Sin embargo, mientras todas ellas siguen apareciendo entre los mejores papeles del intérprete a lo largo de su ya larga lista taryectoria, el drama Sleepers de 1996 ha caído en el olvido.
Y no deja de resultar sorprendente que haya sido así, puesto que Sleepers no solo cuenta una historia conmovedora, sino que tuvo el honor de haber contado con algunos grandes nombres tanto delante como detrás de las cámaras: Robert De Niro, Kevin Bacon, Dustin Hoffman y Minnie Driver acompañan a Pitt en los papeles principales, mientras que Barry Levinson, famoso por Good Morning, Vietnam y Rain Man, película ganadora del Oscar a Mejor película, fue el encargado de adaptar el libro en que se basa la trama central de la película. ¿Quieres más? La banda sonora de Sleepers proviene del maestro John Williams (Star Wars) y el legendario director de fotografía alemán y colaborador habitual de Martin Scorsese Michael Ballhaus (Uno de los nuestros, Infiltrados) es responsable de las imágenes.
Basada en el libro homónimo de Lorenzo Carcaterra, la historia de Sleepers nos lleva por primera vez a Nueva York en la década de 1960, concretamente hasta el famoso barrio de Hell’s Kitchen. Aquí conocemos a los jóvenes Michael, Shakes, Tommy y John, un grupo de amigos menores de edad que se dedican a matar el tiempo haciendo travesuras y hacen algunos trabajos para un gánster local. Un día, una de esas bromas se les va de las manos: en una escena difícilmente olvidable si has visto la película, los cuatro jóvenes roban un carrito de perritos calientes y comienzan a ser perseguidos por su dueño. Por accidente, el carro acaba cayendo por las escaleras del metro, hiriendo de gravedad a un hombre.
Sentenciados a cumplir una condena en un reformatorio, el Wilkinson Home for Boys se convierte en un lugar de pesadilla: allí, el alcaide y sus secuaces abusan sexualmente de ellos durante años y les someten a sus torturas. También atestiguan el asesinato de otro joven a consecuencia de los golpes.
La segunda parte traslada la historia a la década de 1980. Los chicos han crecido y parecen haber encontrado su lugar en la vida. Michael (Pitt) trabaja como fiscal mientras Shakes (Jason Patric) viaja por Nueva York como periodista. Mientras tanto, John (Ron Eldard) y Tommy (Billy Crudup) se han desviado hacia el camino criminal.
Rápidamente queda claro que no han superado su pasado. El trauma es profundo y Michael hace todo lo posible para poner al líder de los perpetradores de todo aquello tras las rejas. Una determinación que convierte a Sleepers en una mezcla de drama judicial y película de venganza que fue un auténtico éxito en su día.
Con una nota media del 73% en Rotten Tomatoes y una recaudación de 165 millones frente a un presupuesto de 44 millones, la película fue considerada un éxito comercial en su día. No obstante, también se vio salpicada por la polémica, puesto que, mientras el autor de la novela había reivindicado la historia como un suceso real vivido en su infancia, su veracidad fue puesta en duda al no existir documentación real sobre el suceso. Si quieres verla, está disponible en la plataforma de ‘streaming’ Filmin.
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