La modelo y el jugador de la NBA celebraron San Valentín publicando su esperada primera imagen juntos en Instagram.}
Es cierto que el príncipe Harry y Meghan Markle se han pasado este San Valentín escogiendo precisamente ese día para anunciar que están esperando su segundo hijo. Pero el impacto de esta noticia no debería hacernos olvidar que fueron muchos los famosos que aprovecharon esta fiesta tan romántica para confirmar noticias de calado sobre su vida sentimental. Entre ellos, Kendall Jenner, que después de meses de rumores, hizo por fin oficial su romance con el jugador de la NBA Devin Booker.
Consciente de que en el mundo actual las cosas no existen hasta que aparecen en Instagram, la modelo sorprendió a sus seguidores ayer domingo publicando en sus Stories la primera foto junto a su actual pareja. Una instantánea tomada en un momento de intimidad en la que vemos a la hermana de Kim Kardashian tumbada con Booker sobre la encimera de la cocina y riendo. Porque sí, solo ella podía convertir una foto junto al fregadero en una imagen romántica.
Aunque por supuesto el amor es cosa de dos, y pese a tener muchos menos seguidores que su novia (suponemos que a partir de hoy habrá ganado unos cuantos millones de ellos), el jugador de los Phoenix Suns también quiso hacer público su romance subiendo a su cuenta otro puñado de imágenes y vídeos junto a Kendall. Entre ellos, uno jugando en el jardín con su perro al atardecer de un día cualquiera o tomando el sol juntos sobre el césped.
Tendríamos que remontarnos al pasado abril para encontrar el origen de los primeros rumores que aseguraban que había nueva pareja en la familia Kardashian. Aquel mes, Kendall y Booker hicieron un viaje juntos desde Los Ángeles a Arizona que no dejaba lugar a dudas de que había nacido entre ellos la chispa del amor.
Un fuego que ambos siguieron alimentando durante los meses siguientes con esporádicas apariciones juntos en sitios públicos. Eso sí, por mucho que les preguntaban, ninguno de los dos confirmaba este secreto a voces. Hasta ayer, claro, porque hay imágenes que valen más que mil palabras.
