El centrocampista francés Dimitri Payet dejó claro que no es nada supersticioso en la final de la Europa League, que disputan el Olympique de Marsella y el Atlético de Madrid, en Lyon.
Por muchos años, los sudamericanos (sobre todo argentinos y uruguayos) establecieron que tocar la copa antes de una final era de mala suerte. Sin embargo, Payet es europeo y poco le importó cumplir con esa premisa. Cuando los equipos se dirigían a la cancha, el volante tocó el trofeo con la mano izquierda. De inmediato, la imagen empezó a destacarse en las redes sociales y lo peor llegó cuando el futbolista galo sufrió una lesión que lo obligó a abandonar el terreno de juego. Payet salió llorando de la cancha al minuto 30, cuando su club perdía 1-0. fuente