Un nuevo estudio desmiente las excusas de los fumadores habituales que creen que su salud no mejorará al dejar de fumar después de tantos años. La realidad es que siempre es posible aumentar la esperanza de vida al abandonar el tabaco.
La pregunta clave es: ¿en qué medida mejora la salud al dejar de fumar tras años de adicción? Las excusas comunes incluyen: «aún soy joven, lo dejaré más adelante»; «ya soy mayor, el daño está hecho»; o «conozco a alguien que fumó hasta los 95 años». Este estudio, publicado en el American Journal of Preventive Medicine, desbarata estas ideas equivocadas, mostrando los beneficios de dejar de fumar a cualquier edad.
La investigación evaluó el impacto del tabaco en la esperanza de vida entre los 35 y los 75 años, dividiendo el análisis por décadas. Aunque los beneficios de dejar de fumar disminuyen con el tiempo, las personas mayores siguen obteniendo mejoras significativas en su salud.
Kenneth Warner, investigador de la Universidad de Michigan y autor del estudio, explica que los beneficios no se limitan a jóvenes o personas de mediana edad. Dejar de fumar a una edad avanzada puede añadir años valiosos a la esperanza de vida restante.
El estudio concluye que, incluso a los 75 años, dejar de fumar puede aumentar considerablemente la esperanza de vida. Las probabilidades de ganar al menos un año de vida para quienes dejan de fumar a los 65 años son del 23,4%, y del 14,2% a los 75 años. Los fumadores de toda la vida perderán entre 4,4 y 9,1 años de vida, dependiendo de la edad actual, pero si dejan de fumar, evitarán perder entre 0,7 y 8 años.
Algunos datos clave:
- El 10% de los que dejan de fumar a los 65 años ganan al menos 8 años más de vida.
- El 8% de los que dejan de fumar a los 75 años ganan al menos 4 años adicionales.
A corto plazo, dejar de fumar mejora rápidamente la salud cardiovascular y pulmonar, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas en un 50% en solo un año. A largo plazo, el riesgo de cáncer de pulmón y otras enfermedades relacionadas con el tabaco disminuye considerablemente, y después de 15-20 años, el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades se equipara al de los no fumadores.