En una jornada cargada de tensión en el juicio por tráfico sexual contra Sean “Diddy” Combs, la defensa del influyente productor musical intentó este jueves desmontar el testimonio de su expareja, la cantante y modelo Casandra Ventura, más conocida como Cassie, quien durante dos días presentó declaraciones contundentes sobre presuntos abusos sufridos a lo largo de su relación con el artista.
Ventura, de 38 años, relató ante el jurado detalles sobre las llamadas “freak-offs”, maratones sexuales organizadas por Combs en las que, según ella, era obligada a mantener relaciones bajo los efectos de drogas con hombres contratados, mientras él la grababa. Estas prácticas están en el centro de la acusación que pesa sobre el rapero, quien enfrenta cargos de tráfico sexual y de liderar una red de prostitución ilegal.
Durante el contrainterrogatorio, la defensa —liderada por la abogada Anna Estevao— buscó retratar una dinámica de pareja compleja, marcada por el amor, los celos y la toxicidad compartida. “Usted estaba increíblemente celosa”, le dijo Estevao, intentando proyectar ante el jurado la imagen de una relación recíproca, con episodios problemáticos de ambas partes.
La defensa también presentó correos electrónicos enviados por Ventura a Combs durante la relación. En ellos, según Estevao, la cantante expresaba deseos sexuales que sugerirían que participaba voluntariamente en las fiestas. “Siempre estoy lista para enloquecer”, se lee en uno de los mensajes mostrados a la corte, fechado en 2009.
Sin embargo, la estrategia de desacreditación enfrentó un fuerte revés con la proyección de un video de 2016, captado por cámaras de seguridad en un hotel de Los Ángeles, en el que se ve a Combs agrediendo a Ventura físicamente. También se mostraron imágenes de la cantante con el rostro visiblemente golpeado tras ese altercado, cuando regresaba a casa en un vehículo de Uber.
Este material podría debilitar los esfuerzos de la defensa por convencer al jurado de que las acusaciones tienen motivaciones dudosas o que Ventura actuaba de manera voluntaria. La artista, madre de dos niñas, aseguró que su experiencia con el rapero le dejó secuelas graves: trastorno de estrés postraumático, adicción a las drogas y pensamientos suicidas. “Me estaba volviendo loca”, declaró visiblemente afectada. “No quería seguir viviendo”.
En 2023, Ventura inició una demanda por agresión sexual y violación contra Diddy, la cual retiró tras alcanzar un acuerdo extrajudicial por 20 millones de dólares. No obstante, ese primer paso desencadenó una ola de denuncias públicas contra el artista.
Combs, de 55 años —también conocido como Puff Daddy y P. Diddy—, estuvo presente en la sala acompañado de su madre y tres de sus hijos. Mostrándose más nervioso que en días anteriores, el músico enfrenta la posibilidad de cadena perpetua si es hallado culpable.
El juez Arun Subramanian ha solicitado que el contrainterrogatorio de Ventura concluya antes del viernes, debido a su embarazo avanzado. Mientras tanto, la atención mediática y judicial se concentra en un juicio que podría marcar un hito en la rendición de cuentas de figuras poderosas dentro de la industria del entretenimiento estadounidense.