La lactosa es el principal azúcar presente en la leche y los productos lácteos, tanto de vaca como de otros mamíferos. También puede encontrarse en ciertos alimentos procesados. Cuando consumimos lactosa, una enzima llamada lactasa, que se encuentra en el intestino, la descompone en glucosa y galactosa, dos azúcares simples que el cuerpo absorbe. Si una persona produce poca lactasa, no podrá digerir bien la lactosa, lo que lleva a una condición conocida como malabsorción de lactosa, que provoca los síntomas de la intolerancia a la lactosa, según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
Prevalencia
En España, no hay cifras exactas sobre la prevalencia actual o pasada de la intolerancia a la lactosa, pero se estima que cerca del 30% de la población podría padecerla, según el presidente de la FEAD, Federico Argüelles Arias.
Causas
El principal motivo de la intolerancia es la falta de lactasa en el intestino, lo que puede deberse a causas primarias o secundarias. En el caso de la intolerancia secundaria, la producción de lactasa puede recuperarse tras la curación del intestino afectado.
Síntomas
Cuando la lactosa no se digiere bien, se fermenta en el colon, provocando síntomas como diarrea, dolor abdominal, hinchazón, gases y ruidos intestinales. La mayoría de los adultos con deficiencia de lactasa pueden tolerar pequeñas cantidades de lactosa.
Prevención y Tipos
Existen tres tipos principales de insuficiencia de lactasa:
- Déficit primario congénito: Ausencia total de lactasa desde el nacimiento.
- Déficit secundario: Pérdida temporal de la capacidad de producir lactasa debido a una enfermedad intestinal.
- Déficit primario adquirido: Disminución progresiva de la producción de lactasa desde la infancia.
Diagnóstico
El diagnóstico de la intolerancia a la lactosa se basa en la identificación de los síntomas relacionados con el consumo de productos lácteos. Existen pruebas invasivas, como la toma de biopsias intestinales, y no invasivas, como la medición de glucosa en sangre, análisis de orina o pruebas de aliento para medir el hidrógeno o metano.
Tratamientos
El tratamiento busca evitar o reducir los síntomas limitando la cantidad de lactosa no digerida que llega al colon. Las opciones incluyen reducir la ingesta de lactosa, tomar lactasa externa o usar probióticos para mejorar la digestión de la lactosa.
Grados de Intolerancia
Existen diferentes niveles de intolerancia, y algunas personas pueden tolerar pequeñas cantidades de lactosa, como la que contiene un vaso de leche (12 gramos). Otras opciones incluyen consumir productos con menos lactosa, como queso o yogur, o leche sin lactosa para seguir obteniendo sus nutrientes, como el calcio y la vitamina D.