El hilo dental sirve para eliminar los restos alimenticios y la placa depositada entre los dientes, que es un lugar al que no llega el cepillo. Hay distintos tipos y es conveniente seguir unas pautas de uso correcto.
¿Es suficiente solo con el cepillado para prevenir las enfermedades de la boca? Los expertos afirman que es insuficiente, ya que el cepillo no alcanza los espacios interdentarios.
Por ello, el Consejo General de Dentistas indica que hay que usar la seda o el hilo dental al menos una vez al día. Su uso continuado evita en gran medida la formación de la placa bacteriana y el sarro.
Sin embargo, y a pesar de su relevancia para la salud, solo el 34% de los españoles utiliza a diario hilo dental en su rutina de higiene.
Pero ¿cuál es su función? Eliminar los restos alimenticios y la placa depositada entre los dientes, que es un lugar donde no llega el cepillo. Una placa que, apuntan, contiene más de 300 especies bacterianas.
Si no realizamos esta higiene interdental, dejaremos el 35% de la superficie de los dientes sin limpiar y esas bacterias pasarán al torrente sanguíneo e incrementarán el riesgo cardiovascular.
Tipos de hilo dental
Al igual que existen diferentes tipos de boca, podemos encontrar en el mercado distintos tipos de sedas o hilos dentales. El Colegio de Dentistas de Gipuzkoa (COEG) recuerda que cada tipo tiene uso concreto y que, ante cualquier duda, siempre debe ser el odontólogo quien recomiende cuál utilizar.
No obstante, y según el Colegio Oficial de Dentistas de Baleares (CODB), en los principiantes se recomienda usar el hilo de seda con cera, ya que ayuda a que pase mejor entre los dientes. Sin embargo, una vez dominemos la práctica de pasar el hilo, lo mejor es utilizar el hilo dental sin cera, que limpia más en profundidad.
¿Lo deben utilizar también los niños? Se recomienda comenzar a usar el hilo hacia los 4 años de edad, con la ayuda de los padres. A partir de los 8 años, siempre que se haya aprendido la técnica correctamente, podrán empezar a utilizar el hilo dental por sí mismos.
Es importante recordar que la seda o hilo dental siempre se ha de introducir suavemente entre los dientes, ejerciendo en todo momento una presión lateral contra el diente. Nunca contra la encía.
Y si llevas ortodoncia existen enhebradores de hilo dental que te permiten seguir limpiando ese espacio entre los dientes. Consulta a tu dentista para que te indique la opción más adecuada.
Consejos para incorporarlo a tu rutina
Utiliza hilo dental diariamente, al menos, una vez al día.
No aprietes el hilo contra los dientes para no dañar las encías.
No pases la misma seda dental por distintos dientes; si no, deslizarás la placa de uno a otro.
Utiliza un hilo dental que se adecue a las necesidades de tus dientes. Consulta a tu odontólogo.
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