Dormir puede convertirse en una misión imposible cuando suben las temperaturas, pero ciertas posiciones corporales pueden marcar la diferencia.
Con la llegada de las altas temperaturas, el descanso nocturno se vuelve cada vez más complicado. El calor sofocante no solo incomoda, sino que puede alterar el ritmo cardíaco y dificultar que el cuerpo entre en un estado de reposo óptimo. Sin embargo, la postura en la que dormimos puede ser clave para sobrellevar las noches más calurosas, según explican especialistas.
De acuerdo con el portal Computer Hoy, el calor que sentimos al dormir depende en gran parte de cuánta superficie de nuestro cuerpo está en contacto con el colchón, especialmente en las zonas donde se concentran los órganos más calurosos: el cerebro, el corazón, el estómago y los pulmones.
El experto en sueño James Leinhardt, fundador de una empresa especializada en colchones, explicó al sitio LADbible que moverse constantemente en la cama por incomodidad térmica solo empeora la situación. “Dar vueltas incrementa la variabilidad del ritmo cardíaco, lo que genera aún más calor corporal, aumentando la incomodidad”, señaló.
Las mejores posiciones para dormir con calor
Según Leinhardt, dormir boca abajo es una de las peores elecciones cuando las temperaturas están altas, ya que impide una buena ventilación y genera mayor acumulación de calor, además de no ser recomendable desde el punto de vista médico.
En cambio, sugiere dos posturas óptimas para combatir el calor nocturno:
- El soñador: consiste en dormir de lado, en posición semifetal, con las rodillas ligeramente flexionadas. Esta posición permite una buena circulación del aire y evita la compresión de los órganos más calurosos.
- El observador de estrellas: acostarse boca arriba con brazos y piernas extendidos. Esta postura maximiza la disipación del calor y permite que el cuerpo se enfríe de forma más eficiente.
En conclusión, adoptar una de estas posiciones puede ayudarte a descansar mejor durante las noches calurosas. Pequeños cambios en la forma de dormir pueden marcar una gran diferencia en la calidad del sueño.