Los viajes largos en coche son frecuentes en verano. Para evitar la somnolencia durante los mismos, causante de entre el 10 y el 15% de los accidentes de tráfico, los expertos dan algunas recomendaciones.
Si hay verano, hay vacaciones. Si hay vacaciones, hay viaje. Y si hay viaje, también es probable que haya coche por muchas horas. Para los trayectos largos, el conductor debe tener presente un factor muy importante: la somnolencia, que, directa o indirectamente, interviene en entre el 15 y el 30% de los accidentes de tráfico en España, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
La aparición de somnolencia dependerá básicamente de cuatro elementos: el momento del día, la estimulación ambiental y el nivel de actividad del conductor (los entornos viales monótonos favorecen el sueño), las características de cada conductor y las horas de vigilia continuada (cuanto más tiempo despierto, más difícil será mantener los ojos abiertos).
Desde la DGT aconsejan hacer una pausa de 20 o 30 minutos cada dos horas o 200 kilómetros conduciendo. Sin embargo, en caso de encontrarse en condiciones desfavorables (como que la conducción sea de noche o que haya niebla), es conveniente parar con mayor frecuencia.
“Para prevenir el sueño al volante, lo mejor es mantener unos hábitos de descanso adecuados. Una vez que este ha aparecido, lo más seguro es parar a dormir unos 20-30 minutos”, destaca la DGT. Otras recomendaciones que apunta el organismo son:
Evitar coger el coche entre las 3 y las 5 de la mañana y entre las 2 y las 4 de la tarde. Son las horas más peligrosas para dormir.
Tratar de no hacer trayectos largos, especialmente si no se está acostumbrado a ellos.
No adoptar una postura excesivamente relajada al volante, que hay que sujetar con firmeza.
Ventilar el interior del vehículo. La acumulación del humo de los cigarrillos o el calor son circunstancias que pueden facilitar la aparición de somnolencia.
Procurar no escuchar música relajante con sueño. En caso de ir acompañado, es buena idea mantener una conversación tranquila y agradable.
No ingerir comidas copiosas ni alcohol. Respecto a los estimulantes (como el café o el té), tomarlos con precaución para evitar el efecto rebote.
Con la edad, los efectos de la somnolencia son más intensos. Por ello, las personas mayores deben extremar las precauciones y parar más a menudo.
Cómo afecta el calor a la conducción
Las olas de calor incrementan el riesgo de sufrir deshidratación o un golpe de calor. Sin llegar a esos extremos, las altas temperaturas pueden interferir en actos tan cotidianos como conducir. Se calcula que el calor puede estar detrás de aproximadamente el 17% de los accidentes de tráfico, ya que provoca una disminución del tiempo de reacción e incrementa el riesgo de cometer errores.
Para mantener el coche fresco, conviene tener presente que, tal y como indica Fulgencio Molina Zapata, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Murcia, “aunque tengamos encendido el aire acondicionado, vamos en un vehículo cerrado que está expuesto al sol”.
Antes de empezar a conducir es aconsejable bajar las ventanillas del coche para airear el habitáculo. Este gesto es igualmente necesario en caso de encender el aire acondicionado, un equipamiento que se ha vuelto imprescindible en los momentos en los que el sol aprieta más. Bastan unos segundos para expulsar al exterior el aire caliente, tras los cuales se pueden volver a subir las ventanas.
Poner el aire al máximo resulta contraproducente. Mantener la temperatura del climatizador entre 22º y 24° C es suficiente para reducir significativamente la sensación calor y evita el excesivo contraste con la temperatura exterior. Es conveniente evitar que el aire dé directamente en la cara y el pecho.
La DGT avisa de la necesidad de mantener a punto el vehículo, ya que el calor incrementa la frecuencia de ciertas averías que, a su vez, pueden aumentar el riesgo de accidentes. Por ejemplo, el desgaste de las ruedas es mayor cuando el asfalto está recalentado. Por otra parte, el uso y abuso del aire acondicionado puede deteriorar los conductos, provocando un mal funcionamiento justo cuando más falta hace.
Otros elementos que hay que tener a punto son los siguientes: frenos, luces, limpiaparabrisas, niveles de líquidos, retrovisores y amortiguadores.
Cuidateplus.marca.com