El consumo de alcohol y su relación con el cáncer es un tema que sigue ganando relevancia en la comunidad científica. Un nuevo estudio ha analizado la diferencia entre el vino tinto y el vino blanco en cuanto al riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer. Mientras que en la mayoría de los casos no se encontraron variaciones significativas entre ambas bebidas, el cáncer de piel resultó ser la excepción, con una mayor incidencia asociada al vino blanco.
Alcohol y cáncer: un vínculo que preocupa
Cada año, cerca de 70.000 muertes por cáncer en la Unión Europea son atribuidas al consumo de alcohol, sin importar el tipo de bebida. La clave detrás de este riesgo es el acetaldehído, una sustancia que se genera cuando el cuerpo metaboliza el alcohol y que provoca alteraciones celulares capaces de inducir distintos tipos de cáncer.
Entre los cánceres más vinculados al consumo de alcohol están los de:
- Intestino grueso (colon y recto, con 58.000 casos en 2020, según la OMS).
- Boca, garganta, esófago y laringe (54.000 casos).
- Mama (26.200 casos).
- Hígado (15.000 casos).
Sin embargo, el reciente metaanálisis publicado en la revista Nutrients, que analizó 42 estudios con casi 96.000 participantes, ha arrojado un nuevo hallazgo: el vino blanco parece estar más relacionado con el cáncer de piel que el vino tinto.
¿El vino tinto es realmente más saludable?
El vino tinto ha sido tradicionalmente considerado una opción más saludable debido a su alto contenido de antioxidantes, en especial el resveratrol. Este compuesto ha demostrado poseer propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, cardioprotectoras y anticancerígenas, inhibiendo la proliferación de células cancerosas en órganos como la mama, colon, piel, estómago y riñón.
A pesar de esto, el estudio no encontró evidencia clara de que el vino tinto reduzca el riesgo de cáncer en general. Los investigadores sugieren que esto puede deberse a que el resveratrol se metaboliza rápidamente en el cuerpo, reduciendo su impacto en la prevención de la enfermedad.
El vino blanco y el cáncer de piel: ¿cuál es la conexión?
El análisis reveló que el vino blanco estaba relacionado con un mayor riesgo de cáncer de piel, tanto en su forma de melanoma como en otros tipos menos agresivos.
Los científicos proponen varias razones detrás de esta asociación:
- Efecto fotosensibilizante del alcohol: los metabolitos del alcohol, como el acetaldehído y las especies reactivas de oxígeno, pueden hacer que la piel sea más sensible a la radiación ultravioleta, aumentando el riesgo de daño celular y desarrollo de cáncer.
- Factores demográficos: el estudio señala que el consumo de vino es más frecuente en personas de piel clara, quienes tienen una mayor predisposición al cáncer de piel.
- Comportamientos de riesgo: el consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con hábitos que aumentan la exposición al sol, como las quemaduras solares frecuentes, el bronceado en interiores y la falta de uso de protector solar.
Estudios previos ya habían vinculado el consumo de alcohol con una mayor incidencia de quemaduras solares graves, lo que refuerza la idea de que el vino blanco podría estar contribuyendo a este tipo de cáncer.
Un hallazgo que abre nuevas investigaciones
A pesar de estos resultados, los investigadores insisten en que aún se necesitan más estudios para entender completamente el impacto del vino en la salud. Sin embargo, estos hallazgos refuerzan la importancia de moderar el consumo de alcohol y mantener hábitos de protección solar adecuados para reducir el riesgo de cáncer de piel.