El mandatario prohíbe el proselitismo desde oficinas públicas y exige priorizar el trabajo institucional
Bartolo García
Manzanillo, Montecristi. – Durante su visita a Montecristi, el presidente Luis Abinader dejó un mensaje claro a todos los funcionarios del gobierno: está terminantemente prohibido hacer campaña política desde las oficinas públicas, especialmente en el marco de los procesos internos del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
“Ustedes saben que hemos sido democráticos y tolerantes con todos los que tienen aspiraciones, pero ayer dejamos muy claro que el proselitismo desde las oficinas públicas no está permitido”, enfatizó el mandatario ante medios de comunicación y autoridades locales.
El jefe de Estado, quien encabezaba una serie de inauguraciones en la provincia noroeste del país, reafirmó su compromiso con la ética y la institucionalidad al rechazar cualquier intento de mezclar funciones públicas con intereses políticos partidarios.
“Desde el gobierno no se hará campaña. El que quiera hacerla, deberá salir del gobierno”, sentenció Abinader con tono firme, marcando límites a sus propios colaboradores dentro del PRM.
Sus declaraciones llegan en un contexto de creciente actividad política interna, en el que múltiples figuras del oficialismo comienzan a perfilarse con miras a los comicios venideros, tanto municipales como congresuales.
El mandatario recalcó que su enfoque continúa siendo el bienestar ciudadano, por lo que pidió a su gabinete y a todos los servidores públicos priorizar las soluciones a los problemas que afectan a las comunidades.
“Ahora mismo lo importante no son las aspiraciones personales, sino seguir trabajando por la gente. La campaña vendrá a su tiempo, pero desde el Estado no se permite”, reiteró el gobernante.
Abinader insistió en que su gobierno ha dado muestras de apertura democrática, permitiendo que los funcionarios puedan tener aspiraciones, pero bajo una línea clara de respeto al uso del poder público.
“No se puede usar una oficina, un cargo o un vehículo del Estado para hacer política interna. Quien lo haga, está desautorizado y tendrá que asumir las consecuencias”, advirtió.
Esta postura del presidente también fue interpretada como una señal de orden interno, dirigida a evitar conflictos de interés y garantizar el uso ético de los recursos públicos.
Durante su recorrido, el presidente estuvo acompañado de funcionarios, líderes comunitarios y empresarios locales, quienes también escucharon su llamado al respeto institucional.
Además de sus declaraciones políticas, Abinader aprovechó la jornada para entregar una serie de obras importantes para Montecristi, entre ellas una sucursal del Banco de Reservas, una línea de transmisión eléctrica y un muelle.
El presidente reiteró que su compromiso sigue siendo gobernar para todos los dominicanos, no solo para los miembros de su partido, por lo que su administración debe mantenerse enfocada en servir, no en hacer campaña.
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