“Aquí un compañero muy orgulloso con lágrimas de felicidad en los ojos”, afirma el actor después de ver a su prometida formando parte de un día histórico para ambos.
Más allá de las obligadas lecturas políticas, la inauguración del mandato de Joe Biden en Washington pasará a la historia por haber recuperado la buena sintonía entre la Casa Blanca y el mundo del espectáculo. Una ansiada reconciliación que nos permitió volver a disfrutar ayer de un show digno de una gala de premios repleta de moda, gestos cómplices entre los asistentes y, por supuesto, actuaciones musicales para el recuerdo como las que ofrecieron Lady Gaga y Jennifer Lopez en dos momentos claves de la ceremonia.
Claro que no todo terminó una vez Joe Biden y Kamala Harris juraron su cargo. Nada más hacerlo, el presidente y la vicepresidenta se dirigieron a la Casa Blanca para continuar la fiesta rodeados de familia, amigos y nuevos compañeros de gabinete. Una celebración que duró varias horas y que culminó por todo lo alto con otra actuación inesperada: Katy Perry interpretando una preciosa versión de su himno Firework.
Un número espectacular en el que la cantante, vestida con un impoluto total look blanco del diseñador estadounidense Thom Browne, ofreció lo mejor de sí misma mientras al fondo un espectáculo pirotécnico iluminaba el Obelisco, uno de los monumentos más famosos de la ciudad levantado en honor a George Washington.
Otro hito más en la historia de esta cantante que, detrás de las cámaras, documentó al detalle su prometido Orlando Bloom. El mismo que nada más terminar su futura esposa la actuación publicó en redes sociales un emotivo mensaje dedicado no solo a Perry, sino también a la hija que tuvieron hace cuatro meses, Daisy, demasiado pequeña para entender la solemnidad y la importancia de esta actuación.
“Un día nuestra pequeña crecerá y podrá ver a su madre formar parte en un momento histórico que esperamos nos cure, nos una y nos haga volver a amarnos los unos a los otros”, escribe Orlando que, a juzgar por el vídeo que acompaña a este deseo, estuvo en todo momento muy cerquita de Perry. Tanto que lo primero que hizo la cantante al terminar la canción fue acercarse a darle un beso.
“Aquí un compañero muy orgulloso con lágrimas de felicidad en los ojos”, concluía Orlando, que gracias a esto también ha entrado a formar parte de esa historia que algún día descubrirá la pequeña Daisy.