El consumo frecuente de cannabis, comúnmente en forma de porros, podría tener consecuencias mucho más graves de lo que muchos piensan. Más allá de los conocidos efectos en la memoria y la salud mental, nuevas investigaciones señalan que esta droga también eleva de forma alarmante el riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte.
Un reciente estudio publicado en la revista médica Heart advierte que quienes consumen cannabis de forma habitual tienen un 29 % más de riesgo de sufrir un infarto o angina de pecho, y un 20 % más de padecer un ictus. Pero lo más alarmante: el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular se duplica en comparación con quienes no consumen.
Los autores del estudio vinculan este aumento en los riesgos con el creciente consumo de cannabis en la última década, impulsado por su legalización en varios países y estados de EE. UU., así como su uso con fines medicinales. Esta nueva percepción del cannabis como una sustancia “menos peligrosa” ha hecho que su consumo se dispare.
Los efectos del cannabis en el corazón y el sistema vascular han sido ampliamente estudiados: disminuye la capacidad de contracción del músculo cardíaco, provoca inflamación en el endotelio (la capa interna de los vasos sanguíneos) y puede causar vasoespasmos, reducciones bruscas del diámetro de las arterias que pueden derivar en infartos o anginas de pecho.
Según la Guía clínica del cannabis de Socidrogalcohol, su consumo regular también se ha relacionado con arritmias, miocarditis, pericarditis, coagulopatías, hipertensión y, en algunos casos, muerte súbita. Incluso se ha asociado con la cardiomiopatía de estrés o síndrome de Tako-Tsubo.
El riesgo de ictus también aumenta notablemente. Un estudio publicado por la Journal of the American Heart Association reveló que fumar porros a diario incrementa un 25 % la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio y un 42 % la de tener un ictus. Incluso con un consumo semanal, los riesgos persisten: 3 % más de posibilidad de infarto y 5 % más de ictus.
Además de los problemas cardiovasculares, el cannabis tiene otros efectos negativos documentados por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad:
- Trastornos de memoria y aprendizaje
- Ansiedad, depresión y alteraciones de la personalidad
- Psicosis y esquizofrenia (en personas predispuestas)
- Bajo rendimiento académico y abandono escolar
- Adicción (entre un 7 % y 10 % de quienes lo consumen)
- Enfermedades pulmonares y ciertos tipos de cáncer
- Trastornos del ritmo cardíaco
Una investigación liderada por el Hospital Clínic-Idibaps concluye que fumar cinco o más porros a la semana ya representa un riesgo considerable para la salud, estableciendo este umbral como punto crítico a partir del cual comienzan las consecuencias médicas significativas.