El bitcóin superó el jueves los 100.000 dólares por unidad, un hito histórico impulsado por la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, quien ha mostrado un fuerte apoyo al sector de las criptomonedas.
Este logro, inimaginable en el momento de la creación del bitcóin hace 16 años, ha generado un renovado interés en el mercado digital, que celebra el retorno del republicano a la Casa Blanca, especialmente con el respaldo de Elon Musk.
Aunque Trump inicialmente calificó las criptomonedas como una estafa durante su primer mandato (2017-2021), cambió su postura durante su reciente campaña, que fue financiada parcialmente por actores de este sector. Ahora, promete convertir a Estados Unidos en «la capital mundial del bitcóin y las criptomonedas».
El jueves, el bitcóin alcanzó un pico de 103.800 dólares, retrocediendo ligeramente a menos de 103.000 en los mercados asiáticos. Desde las elecciones estadounidenses, su valor ha aumentado cerca del 50%, acumulando una revalorización de más del 130% en lo que va del año.
El nombramiento de Paul Atkins, un abogado republicano defensor de las criptomonedas, como futuro director de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), ha sido un catalizador clave. Atkins ha criticado a la SEC por su rigidez frente a las empresas cripto, y su designación ha generado entusiasmo en el mercado, anticipando una regulación más favorable.
Además, se especula que Trump podría establecer un ministerio dedicado a las criptomonedas o crear una reserva estratégica de bitcoines en Estados Unidos, lo que ha alimentado aún más el optimismo.
Empresas relacionadas con las criptomonedas, como MicroStrategy y Coinbase, han experimentado un aumento significativo en sus acciones tras las elecciones. También el dogecóin, promocionado desde hace años por Elon Musk, ha visto un crecimiento notable.
«¡Wow!», expresó Musk en su red social X al enterarse de que el bitcóin había alcanzado este hito.
A pesar de este auge, el bitcóin sigue siendo una moneda controvertida, asociada a escándalos financieros, actividades ilícitas y desafíos de adopción en países como El Salvador, donde es moneda de curso legal desde 2021. Sin embargo, su tecnología blockchain sigue siendo un pilar innovador para las transacciones descentralizadas.