Aunque la disfunción eréctil suele asociarse con problemas circulatorios o enfermedades crónicas, nuevos enfoques terapéuticos ponen el foco en una parte del cuerpo que hasta ahora se relacionaba poco con la función sexual masculina: el suelo pélvico. Especialistas afirman que fortalecer esta musculatura podría marcar una diferencia en el desempeño sexual de algunos hombres.
¿Qué es el suelo pélvico y por qué importa?
Tanto hombres como mujeres tienen suelo pélvico. En los varones, este conjunto de músculos cumple funciones importantes como sostener los órganos internos, regular la micción y la defecación, y contribuir a la función sexual y reproductiva.
Según la fisioterapeuta Melanie Fernández Lago, el suelo pélvico masculino incluye músculos claves como el isquiocavernoso y el bulbocavernoso, este último responsable de mantener la rigidez del pene durante la erección al impedir el retorno venoso. Una debilidad en estos músculos podría afectar directamente la calidad de las relaciones sexuales.
Una pieza más dentro de un problema multifactorial
La comunidad médica no se pone completamente de acuerdo sobre el peso que tiene un suelo pélvico débil en la disfunción eréctil. Mientras algunos urólogos, como Javier Hernández (Hospital Vithas 9 de Octubre), señalan que la erección es un fenómeno principalmente vascular y neurológico, otros como François Peinado (Hospital Ruber Juan Bravo) reconocen que la debilidad muscular puede influir, aunque no sea la causa principal.
Entre las posibles formas en que un suelo pélvico debilitado afectaría la función eréctil se encuentran:
- Menor control sobre la erección y la eyaculación.
- Reducción del flujo sanguíneo en la zona genital.
- Mayor estrés y ansiedad debido a síntomas como la incontinencia.
¿Qué se puede hacer?
El entrenamiento del suelo pélvico, con ejercicios como los de Kegel adaptados a hombres, es una de las herramientas más recomendadas. También pueden incluirse prácticas como la electroestimulación, el uso de bombas de vacío y ejercicios de contracción muscular dirigida, siempre guiados por profesionales de la salud.
Además, es importante atender a factores de riesgo como:
- Sedentarismo
- Tabaquismo
- Sobrepeso
- Estreñimiento crónico
- Cirugías abdominales o pélvicas
- Enfermedades respiratorias crónicas
En casos más graves, como cuando existe prolapso o disfunciones severas, puede requerirse tratamiento médico especializado o cirugía.
El rol de la prevención
Más allá del tratamiento, expertos insisten en la importancia de crear conciencia sobre la salud del suelo pélvico desde edades tempranas y promover hábitos que eviten su debilitamiento. Adoptar una rutina de ejercicios adecuados, mantener un peso saludable y controlar el estrés son medidas clave para preservar la función sexual masculina.