El ciclo menstrual no solo regula la fertilidad femenina, sino que también influye en áreas como el estado de ánimo, la energía, la creatividad y el deseo sexual. De acuerdo con la psicóloga y sexóloga clínica Esperanza Gil, entender las cuatro fases del ciclo permite a las mujeres conocerse mejor, adaptarse y vivir su sexualidad con mayor conciencia.
Durante la menstruación, muchas mujeres experimentan un descenso en la libido, aunque otras sienten un deseo más introspectivo o íntimo. En esta fase, el cuerpo pide descanso y escucha interna, lo que puede traducirse en momentos de claridad emocional.
Con la llegada de la fase folicular, el aumento del estrógeno impulsa la energía y el deseo de socializar. Es una etapa creativa, ideal para explorar nuevas ideas y fantasías sexuales, ya sea a solas o en pareja.
La ovulación, que marca el pico de fertilidad, suele coincidir con el punto más alto del deseo sexual. La lubricación natural aumenta, el cuerpo se siente más receptivo y la confianza en una misma se eleva, potenciando tanto el disfrute como la conexión sexual.
Finalmente, en la fase premenstrual, la progesterona provoca una mayor sensibilidad emocional y física. El deseo sexual puede disminuir o volverse más suave e íntimo, con preferencia por el contacto afectivo y reconfortante.
Cada mujer experimenta estas fases de forma distinta. Algunas sienten su mayor deseo durante la ovulación, mientras que otras se conectan más con su sexualidad en momentos de calma como la menstruación. «Todas las vivencias son válidas», subraya Gil, quien destaca la importancia de escuchar el cuerpo y adaptar la sexualidad al momento hormonal y emocional que se atraviesa.