Dermatólogos recomiendan hábitos y productos para evitar la hiperpigmentación causada por el sol
Con la llegada del verano, las manchas en la piel se vuelven más visibles, especialmente en personas con piel sensible o muy expuesta al sol. Aunque parecen inevitables, especialistas en dermatología insisten en que existen medidas sencillas y efectivas para prevenirlas y atenuarlas, desde el uso correcto de protectores solares hasta rutinas cosméticas adaptadas.
Las manchas solares son zonas hiperpigmentadas provocadas por una acumulación desigual de melanina, el pigmento que da color a la piel y la protege de los rayos UV. Esta alteración genera una pérdida de uniformidad en el tono cutáneo, especialmente en zonas como el rostro, el escote, el cuello, los brazos y las manos.
Entre las causas más comunes de estas manchas se encuentra la sobreexposición al sol, especialmente en personas que han sufrido quemaduras solares, toman medicamentos fotosensibilizantes o tienen alteraciones hormonales. La exposición de cicatrices recientes sin protección también puede desencadenar hiperpigmentación.
Principales tipos de manchas solares
- Léntigos solares: conocidas como “manchas de la edad”, aparecen tras años de exposición solar continua. Son planas, de color marrón claro y más frecuentes a partir de los 40 años.
- Melasma: se da sobre todo en mujeres por la combinación de cambios hormonales y exposición al sol. Se manifiesta con manchas marrones, especialmente en la frente, mejillas y labio superior.
- Queratosis solares: lesiones escamosas y elevadas que pueden derivar en cáncer de piel si no se tratan.
- Cicatrices hiperpigmentadas: tras un proceso inflamatorio, si la zona no se protege del sol, puede oscurecerse de forma permanente.
Hábitos recomendados para evitar manchas solares
- Evitar la exposición directa al sol entre las 12:00 y las 16:00 horas.
- Aplicar protector solar 30 minutos antes de salir y repetir cada 2 horas.
- Usar una cantidad adecuada: unos 2 mg/cm² de piel.
- Protegerse con ropa adecuada, sombreros y gafas homologadas.
- No confiarse en días nublados: la radiación solar sigue presente.
- Hidratarse bien antes y después de la exposición.
- Secarse tras nadar y reaplicar protección para evitar el “efecto lupa”.
- Observar lunares y manchas, y consultar al dermatólogo ante cualquier cambio.
Fotoprotectores recomendados
Los especialistas recomiendan utilizar cremas con SPF 50+ que protejan contra rayos UVA, UVB e infrarrojos (IR-A). En algunos casos, se puede complementar la protección tópica con fotoprotección oral, especialmente en personas con tendencia al melasma, vitíligo, rosácea o alergias al sol. Estos suplementos incluyen carotenoides (como luteína y betacarotenos), antioxidantes (vitaminas C y E) y polifenoles.
Tratamientos para eliminar o reducir manchas solares
La dermatóloga Isabel del Campo señala que tecnologías como los láseres Q-Switch y fraccionados de Erbio han demostrado ser eficaces para eliminar manchas como léntigos, melasma o cicatrices hiperpigmentadas.
Estos procedimientos suelen combinarse con microdermoabrasión, que exfolia las capas superficiales de la piel, mejorando la textura y uniformidad del tono. Posteriormente, se aplican productos despigmentantes que aceleran el proceso de eliminación de las manchas.
Rutina cosmética para prevenir y tratar melasma
El dermatólogo Ricardo Ruiz propone una rutina diaria simple:
- Por la mañana: aplicar un antioxidante como vitamina C y luego un fotoprotector físico. Reforzar durante el día con brochas de fotoprotección encima del maquillaje.
- Por la noche: usar una fórmula despigmentante recetada por el dermatólogo. Puede contener ácido retinoico, hidroquinona, ácido kójico, niacinamida, ácido azelaico o ácido tranexámico.
Prevenir las manchas en la piel no es solo una cuestión estética, sino de salud dermatológica. La clave está en la protección constante y una rutina adecuada que permita disfrutar del sol sin consecuencias a largo plazo.