Se trata de uno de los activos más usados en cosmética antiedad y es por un buen motivo pero, ¿sabes realmente cuáles son sus efectos? Te contamos cinco beneficios probados por la ciencia que te animarán a incluirlo en tu rutina de skincare.
Si hay algo que nos encanta de la cosmética es todos los avances que se van produciendo y todos los activos nuevos que se desarrollan. Cada vez se encuentran nuevas propiedades en ingredientes de lo más diversos y las marcas de skincare no descansan en su labor de dar con la fórmula, el envasado y el producto más eficiente para que apreciemos un cambio visible en nuestro aspecto. Pero hay algunos activos que, por muchas moléculas y derivados de vitaminas que se incluyan, siempre están presentes en las cremas que tenemos en el espejo del cuarto de baño. Uno de ellos es el retinol, el derivado más puro de la Vitamina A y la estrella de la cosmética antiedad, conocida por dejarnos una piel rejuvenecida y una cara mucho más saludable.
Por eso es el ingrediente superventas del sérum en cápsulas de Elizabeth Arden y por eso queremos que lo incorpores en tu rutina de mañana. Pero, ¿sabes realmente cómo interactúa con tu piel? Hoy te venimos a desvelar cinco propiedades del retinol demostradas científicamente. ¿Cuántas de ellas conocías?
Matiza las arrugas
El retinol cuenta con una capacidad regenerativa, que nos ayuda a combatir los signos del envejecimiento. Esto implica eliminar las arrugas, difuminar las líneas de expresión y disminuir los beneficios hidratantes y reparadores de la barrera cutánea que proporcionan las ceramidas. En el Sérum de Noche Alisador de Arrugas de Elizabeth Arden, el retinol se combina con los ceramidas y unidos, ambos ingredientes atenúan de forma visible el aspecto de líneas de expresión y arrugas y mejoran la textura, el brillo y la luminosidad de la piel para conseguir un aspecto espectacularmente más joven.
Hidrata en profundidad
El retinol también es conocido por ayudar a regenerar las barreras de retención de hidratación de nuestra piel, que se van debilitando con el paso de los años y son las responsables de la sequedad y esa pérdida de vitalidad en el rostro. Al aplicar un sérum de retinol, lo que hacemos es ayudar a la piel a renovar su capacidad para retener la hidratación mientras que lucha contra la sequedad ligada a la utilización de productos a base de retinol. Además, las ceramidas 2 y 3 reconstruyen las ceramidas presentes de manera natural en la piel, con el fin de reforzar su barrera de hidratación.
Regenera el colágeno
El retinol es el activo cosmético de aplicación tópica con mayor número de estudios médicos y científicos que avalan su eficacia en la atenuación de los síntomas más comunes de uno de los principales miedos de las mujeres: el envejecimiento cutáneo. El retinol refuerza el colágeno naturalmente presente en la piel y atenua visiblemente las líneas de expresión y las arrugas. Además de que ayuda a luchar contra la flacidez y evitando la destrucción de la colagenasa. Además, si optas por el sérum en cápsulas de Elizabeth Arden, notarás la mejora mucho antes ya que su encapsulado mejora en un 76% su efectividad.
Aporta luz
Gracias a la renovación celular, que produce el retinol, este activo aviva el brillo de la piel revelando una tez visiblemente más joven. Si tu foco es iluminar la mirada, Elizabeth Arden también cuenta con el Retinol Ceramide Line Erasing Eye Cream, un contorno de ojos que combina el retinol y las ceramidas con los péptidos para mejorar la producción de cólageno y la elastina y ayudan a aportar luminosidad a la piel.
Mejora la textura de la piel
Los péptidos alisan las arrugas y mejoran el cutis y la elasticidad de la piel. Además, previene la hiperqueratinización, que es la formación de lesiones retencionales o microcomedones causadas por la proliferación acelerada y anormal de los queratinocitos de las glándulas sebáceas. Es decir, que ayuda a reducir la aparición del acné y de los puntos negros. También ayuda a cerrar los poros y tiene efecto antioxidante porque previene la disminución de la enzima SOD durante el estrés oxidativo.
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