Miles de personas se congregaron para disfrutar de la música del hijo de Santa Marta, una obra que sigue vigente y que invita a corear con entusiasmo “La tierra del olvido”.
Un legado musical como el de Carlos Vives no puede resumirse en dos horas, ni en una sola noche, pero sí puede ser revivido con ritmos contagiosos que inspiran alegría. Esto fue exactamente lo que logró el artista colombiano el pasado sábado en Altos de Chavón.
A las 10:10 p.m., Vives subió al escenario y, fiel a su estilo, transformó la espera en una celebración que llenó de vida al público, ansioso tras más de una hora de anticipación. Con su gira “El rock de mi pueblo vive”, volvió a República Dominicana para reconectar con sus seguidores y narrar su trayectoria, acompañada por un cielo estrellado y una luna radiante.
A sus 63 años, Carlos Vives recordó sus raíces en Santa Marta, evocando momentos de su niñez y los viajes junto a su padre que lo llevaron a descubrir la diversidad cultural y musical de Colombia. A lo largo de un concierto de más de dos horas, utilizó audiovisuales para dividir la noche en capítulos de su vida, presentando cada faceta con canciones que tocaron corazones no solo dominicanos, sino también salvadoreños, venezolanos, boricuas, peruanos y colombianos presentes.
La primera parte del concierto, enfocada en su infancia y los inicios de su carrera, comenzó con el icónico vallenato “La gota fría”, seguido por temas como “Ella es mi fiesta”, “Déjame entrar” y el exitoso “La bicicleta”, en colaboración con Shakira, que puso a bailar a todos. También homenajeó a Puerto Rico con canciones como “Canción bonita” y “Nota de amor”, recordando su conexión con esta tierra caribeña.
En el segundo segmento, Vives presentó el origen de “El rock de mi pueblo”, destacando su rebelión contra las tendencias musicales globales para resaltar la autenticidad de su herencia. Canciones como “Pa’ Mayte”, “Cañaguatera” y “El cantor de Fonseca” honraron sus raíces afrocolombianas y vallenatas.
El cierre del concierto estuvo lleno de energía, con éxitos como “Carito”, “Volví a nacer” y “La tierra del olvido”, seguidos por un encore de madrugada con “Fruta fresca”, “Robarte un beso” y “Cuando nos volvamos a encontrar”. En todo momento, su banda de diez músicos colombianos mostró una complicidad y entusiasmo que enriquecieron cada interpretación.
La gira de Carlos Vives, reconocida en los Latin Grammy como la Persona del Año 2024, ya ha recorrido países como Ecuador, México, España e Inglaterra, y tiene próximas paradas en Perú, Miami y Chile (Viña del Mar). Altos de Chavón, escenario de memorables conciertos de Vives desde 1998, volvió a ser testigo de su inigualable carisma y talento, dejando una huella imborrable en el público dominicano.