Expertos advierten sobre la dificultad de detectar a tiempo este tumor y llaman a reforzar la prevención
El cáncer gástrico continúa siendo uno de los tumores digestivos más difíciles de diagnosticar en sus primeras etapas, debido a que sus síntomas suelen ser vagos o inexistentes hasta fases muy avanzadas. Así lo advierten especialistas de distintas sociedades médicas españolas, que subrayan la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz para mejorar el pronóstico.
Según el informe Las cifras del cáncer en España, se estima que en 2025 se diagnosticarán 7,136 nuevos casos de cáncer de estómago en el país, representando alrededor del 10 % del total de tumores digestivos. Esta enfermedad puede presentarse en dos formas principales: tipo intestinal, que representa el 90 % de los casos, y tipo difuso.
“El tipo intestinal sigue una progresión anatómica clara y, en muchos casos, está relacionado con la infección crónica por Helicobacter pylori”, explicó el doctor Joaquín Rodríguez, especialista del Hospital Universitario 12 de Octubre y miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD). Según detalla, esta bacteria puede desencadenar gastritis atrófica, luego metaplasia intestinal, displasia y finalmente cáncer.
Por otro lado, el cáncer gástrico difuso, también conocido como de células en anillo de sello, tiene un origen genético o esporádico y un pronóstico más grave, ya que suele detectarse en fases muy avanzadas, cuando el tratamiento resulta menos efectivo.
Los síntomas, en muchos casos, son imperceptibles hasta que el tumor ha progresado significativamente. Las oncólogas Cristina Grávalos y Ana Fernández Montes, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explican que en los casos donde hay señales clínicas, estas tienden a ser inespecíficas, como:
- Indigestión persistente
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Dolor abdominal en la parte superior
- Alteraciones del ritmo intestinal
- Pérdida de apetito
- Hemorragias digestivas, que pueden provocar anemia
- Náuseas, vómitos y sensación de llenura con poca comida
- Ascitis (líquido en el abdomen) y fatiga
“Estos síntomas pueden confundirse fácilmente con trastornos digestivos comunes, lo que retrasa el diagnóstico”, apuntan las especialistas.
En cuanto a los factores de riesgo, el doctor Rodríguez señala los siguientes como los más relevantes:
- Infección por Helicobacter pylori persistente
- Tabaquismo
- Obesidad
- Ser hombre (mayor incidencia que en mujeres)
- Edad superior a los 50 años
- Antecedentes familiares de primer grado con cáncer gástrico
- Mayor prevalencia en países asiáticos frente a los occidentales
Los médicos coinciden en que adoptar hábitos saludables, como una alimentación balanceada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol, puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Asimismo, destacan el valor de los métodos diagnósticos como la gastroscopia o la cromoendoscopia, que permiten detectar lesiones en etapas iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y menos invasivo.
El llamado de los expertos es claro: prestar atención a cualquier cambio digestivo inusual, mantener controles médicos periódicos y fomentar la prevención desde la alimentación y el estilo de vida.
