Usar cuchillas desgastadas o mal cuidadas puede causar irritación, infecciones y dañar la piel. Aquí te explicamos cómo y cuándo reemplazarlas
SANTO DOMINGO – Aunque las cuchillas de afeitar son un básico en el cuidado personal, muchos usuarios prolongan su uso más de lo recomendable, exponiéndose a problemas como irritaciones, cortes e infecciones. Expertos en dermatología coinciden: no se debe abusar del tiempo de vida de una cuchilla, ya que hacerlo puede causar más daño que beneficio.
Según el dermatólogo David Saceda, una cuchilla desgastada no solo pierde eficacia, sino que puede aumentar el riesgo de desarrollar foliculitis, una inflamación de los folículos pilosos que suele manifestarse como pequeños granitos rojos o con pus. “Al usar una cuchilla sin filo, se requieren más pasadas para cortar el vello, lo que irrita más la piel y puede dañar su barrera protectora”, explicó el especialista a CuídatePlus.
Entonces, ¿cada cuánto hay que cambiarla? La frecuencia depende de varios factores: el tipo y densidad del vello, la calidad de la cuchilla y la zona del cuerpo. Por lo general, una cuchilla puede usarse entre 5 y 10 veces, pero si empieza a tirar del pelo, raspar o causar molestias, es hora de reemplazarla.
Otro error común es dejar la cuchilla en la ducha después de usarla. Aunque depilarse bajo el agua es práctico, el ambiente húmedo favorece la proliferación de bacterias y acelera la oxidación del metal, acortando su vida útil. “El agua estancada es el mejor caldo de cultivo para hongos y bacterias”, advirtió Saceda. Por ello, recomienda secar bien la cuchilla y guardarla en un lugar seco y ventilado.
Para una depilación segura y saludable, los expertos aconsejan:
- Limpiar bien la piel antes de afeitar, para reducir el riesgo de infección y minimizar la fricción.
- Afeitar en la dirección del crecimiento del vello, lo cual previene que los vellos se encarnen.
- Evitar productos con perfumes fuertes después de la depilación, y optar por lociones calmantes como aloe vera o agua termal.
- No compartir cuchillas, para prevenir contagios y mantener la higiene personal.
La piel es un órgano delicado y merece cuidado. Usar una cuchilla en buen estado y seguir las recomendaciones adecuadas no solo mejora el resultado del afeitado, sino que también previene complicaciones dermatológicas.