Ellen Degeneres y Laura Dern en un fotograma de ‘El episodio del cachorro’.
D. R.
Cuando el equipo de Ellen, la sitcom protagonizada, creada y escrita por Ellen Degeneres, se reunió con los ejecutivos de la ABC, la cadena en la que se emitía, para comunicarles su intención de hacer que Ellen Morgan, la protagonista de la serie, saliera del armario, la negativa fue frontal. Ellos insistieron en que después de cuatro temporadas sin que su personaje mantuviera ninguna relación en la serie era hora de abordar el asunto. ¿La respuesta de la cadena? Que se compre un cachorro, pero ni hablar de salir del armario.
Por eso, el capítulo en el que Ellen Morgan sale del armario, de cuya emisión se cumplen ahora 21 años, se llama El episodio del cachorro. Pero vayamos a 15 días antes de aquel 30 de abril de 1997.
UNA BREVE INTRODUCCIÓN
A pesar de sus intentos por evitarlo (llegó a usar a su amigo Jonathon Schaech como acompañante en las alfombras rojas para acallar los rumores) la orientación (homo)sexual de Ellen siempre fue un elefante en la habitación. Primero, por su apariencia. La pluma que la humorista nunca ocultó era la primera pista. Después, porque con el paso de los años (su primera aparición televisiva fue en noviembre de 1986 en el Tonight show de Johnny Carson) Ellen fue siendo más laxa a la hora de permear su vida pública de su vida privada.
En mayo de 1996, según cuenta a Vanity Fair USA Dava Savel, productor, de la sitcom, Ellen ya reunió a su equipo y les comunicó la decisión de hacer que su personaje saliera del armario.
En diciembre de 1996 participó en el show de Larry Sanders. Durante la entrevista, el propio Sanders se puso nervioso a la hora de preguntarle a Ellen por la orientación sexual de su personaje en la serie, así que tuvo que reformular la pregunta a mitad de frase para dejarlo simplemente en cómo era posible que en cuatro años de serie Ellen Morgan no se hubiera acostado con ningún hombre. ¿La respuesta de Ellen? “Bueno, lo habría hecho si hubiese aparecido alguno lo suficientemente femenino”.
Pocas semanas después, su beso de tornillo a K.D. Lang mientras le entregaba un premio en una gala del Lesbian & Gay Center de Los Angeles venía a reafirmar los rumores. ¿Pero quién prestaba atención entonces a las reuniones de los colectivos homosexuales? Un par de meses más tarde, la portada de una revista nacional despejaría las dudas.
YEP, SOY GAY
“Yep, soy gay”. Con estas tres palabras en la portada de la revista Time el 14 de abril de 1997, Ellen Degeneres salió del armario dando un portazo que resonó en todo Estados Unidos. No hubo un medio de comunicación que no se hiciera eco de sus declaraciones al periodista Bruce Handy, que además fue la única persona ajena al equipo que tuvo acceso a la grabación de El episodio del cachorro. Ellen no solo salía del armario en esa entrevista, sino que explicaba lo difícil que le había resultado lidiar con su orientación sexual. “Hasta hace poco yo también odiaba la palabra ‘lesbiana’. Lo he dicho lo suficiente como para que ya no me moleste, pero ‘lesbiana’ me sonaba a alguien con algún tipo de enfermedad, así que usaba la palabra ‘gay’ con más frecuencia”.
Si a Ellen en 1997 la palabra “lesbiana” le sonaba a enfermedad, muchos entonces ni siquiera tuvieron que hacer la asociación mental. Pronto se pudo ver en televisión a una plétora de pastores y ciudadanos conservadores muy preocupados por el hecho de que una lesbiana fuera del armario se colara por sus televisores una vez por semana. El pastor Jerry Falwell en un juego de palabras que le ponía bien fácil el apellido de la cómica, la llamó Ellen Degenerada. Pobres diablos, no sabían la que se les venía encima.
LA ENTREVISTA CON DIANE SAWYER
Si hace tres años, pocos días después de la portada de Caitlyn Jenner en Vanity Fair saliendo del armario como mujer transgénero la pudimos ver contando su experiencia a Diane Sawyer en una entrevista, hace 21 años con Ellen ocurrió exactamente lo mismo.
El 25 de abril, nueve días después de la portada en Time, se emitió una entrevista que Ellen le concedió a la periodista. ¿Por qué has salido del armario?, le preguntaba la periodista a Ellen. “Porque está bien ser gay, no es nada de lo que haya que avergonzarse”.
Sawyer también entrevistó a la madre, al hermano y al padre de Ellen. Enternece ver a Betty Degeneres, que admite no entender muy bien a su hija, defiéndola sin ambages cuando Sawyer trae a colación que en el número de la revista Variety que se publicó ese día había una página de publicidad exigiendo la retirada de la serie de Ellen bajo el titular: “Las familias americanas se merecen algo mejor” firmada por una larga lista de nombres, algunos de ellos célebres. La madre de Ellen, ya anciana, responde: “Me gustaría saber cuánta gente en esa lista tiene parientes homosexuales. Ellen es una persona extraordinaria. No tendría que estar recibiendo todo esto”.
Vance, el hermano de Ellen, cuenta cómo sin saberlo su hermana y él salieron en un par de ocasiones con las mismas chicas cuando vivían en Nueva Orleans. Pero la parte más desagradable de la entrevista corresponde a la parte del padre de Ellen. Cuando la humorista salió del armario con él, él vivía con otra mujer que tenía dos hijas, y ambos decidieron echar de su casa a Ellen. “No los juzgo, creo que fue fruto de la ignorancia”, justificaba Ellen con lágrimas en los ojos algo que sin duda había marcado su vida.
Esta entrevista era un paso más dentro del camino de Ellen en esa decisiva quincena de abril y en ella ya quedaba claro que lo mejor estaba por llegar. En una época en la que el miedo al spoiler no era una moneda de cambio tan frecuente como hoy, el segmento de Sawyer ya anticipaba imágenes de la salida del armario de Ellen en su serie.
EL GRAN APOYO DE OPRAH
Y llegó el día en que se emitía El episodio del cachorro, capítulo doble que ya se había convertido en un evento por la cacareada salida del armario de su protagonista también en la ficción. Para culminar la expectación que despertaba la inminente entrega de la sitcom, horas antes de su emisión, Ellen acudió al programa de Oprah,
La visita a Oprah tenía sentido no solo como estrategia publicitaria de la ABC, sino también como apoyo emocional de Ellen. La presentadora hacía un cameo en el episodio como la terapeuta de Ellen Morgan y la primera persona delante de la cual ella reconoce su orientación sexual. Savel recuerda también para Vanity Fair USA que durante la proyección inmediatamente posterior a la grabación de las secuencias de Oprah en Ellen que se hizo en plató, Oprah empezó a llorar mientras se repetía: “Estoy tan orgullosa de formar parte de esto. Estoy tan orgullosa”.
Ellen repasó lo ocurrido en los 15 días anteriores y explicó con más detalle por qué había decidido salir del armario: “Nunca pensé que mi vida privada le tuviese que importar a nadie, entonces pensé ¿por qué lo tiene que saber la gente? Pero luego me di cuenta que mientras lo mantuviera como un secreto que me preocupara, podía parecer que estaba haciendo algo que estaba mal”.
Aquella entrevista también fue célebre porque junto a Ellen se sentó Anne Heche, su por entonces novia. Ya había quedado claro después de la entrevista con Diane Sawyer que Ellen estaba saliendo con Heche, y se las había visto en un par de alfombras rojas juntas, una de ellas la del estreno de Volcano (ah, los 90), pero esta era la primera ocasión en la que se las pudo ver juntas en un plató hablando de su relación.
En menos de 15 días Ellen le había dicho al mundo que era lesbiana y le había dado una clase magistral sobre aceptación personal, familiar y sentimental de la homosexualidad sin precedentes en la historia. Pero faltaba la pieza clave, ¿qué había hecho profesionalmente Ellen con todo su material personal? ¿Cómo había convertido la historia de su vida en material narrativo y de comedia?
EL EPISODIO DEL CACHORRO
¿Qué mejor motivo para acabar asumiendo que eres lesbiana que el hecho de que Laura Dern te diga que lo es? En el episodio del cachorro Ellen conoce a Susan (Laura Dern), amiga de un amigo común. Ambas mujeres congeniaban rápido y por avatares de la trama, terminan en la misma habitación de hotel. Es allí donde Susan se sincera y le cuenta a Ellen que es lesbiana y que cree que Ellen también lo es. Ellen se pone a la defensiva y esgrime que Susan lo único que está haciendo es intentar “reclutarla” y se marcha corriendo.
Al final termina por asumir, con la ayuda de su terapeuta que en realidad Susan le gusta. Al momento Ellen recibe una llamada de su amigo diciendo que Susan y él están a punto de marchar de la ciudad, lo que hace que Ellen vaya corriendo al aeropuerto y en la cola de embarque se dé el icónico momento en el que Ellen va a decirle a Susan que sí que es lesbiana y se lo acaba diciendo a toda la sala de espera.
Susan la rechaza, tiene pareja. Pero Ellen ya ha dado el primer paso para vivir una vida de verdad. Ahora toca el segundo, contárselo a sus amigos, a lo cual Ellen no parece muy dispuesta. Le acaba confensado a Oprah que tiene miedo de que no la acepten: bromea con un “Nadie te regala nunca una tarta que diga: “Bien por ti, eres gay”.
Al final es un amigo gay de Ellen el que acaba confesando por ella que es lesbiana, cansado de que ella no se decida. El episodio concluye con un gag estupendo en el que la cantante Melissa Etheridge, interpretándose a sí misma, le da las gracias a Susan por “reclutar” a Ellen como lesbiana y le regala un tostador a cambio. También aparece en el capítulo K.D. Lang, completando así el trío de las lesbianas norteamericanas más célebres de los 90. Y Demi Moore. Y Billy Bob Thornton. Y Gina Gershon. Pero probablemente el cameo más importante para Ellen fue el de su madre, que es una de las personas que asiste a la salida del armario involuntariamente masiva de Ellen en el aeropuerto.
Alrededor de 44 millones de norteamericanos presenciaron desde sus hogares esa noche a Ellen Morgan salir del armario, episodio que le valió a Ellen junto con Mark Driscoll,Dava Savel,Tracy Newman y Jonathan Stark el Emmy al mejor guion de comedia ese año. Solo una comunidad (Birmigham, Alabama) consiguió bloquear la señal de televisión del receptor local para que sus habitantes no viesen El episodio del cachorro y aún así en esa localidad 2.100 personas se juntaron en un auditorio que sí consiguió señal para verlo.
Aquella noche no solo fue la primera vez que un personaje protagonista de una serie de prime time norteamericana salía del armario. También era una de las primeras veces en las que el género y el tono vinculados a un personaje homosexual eran la comedia, lo cual le granjeó a Ellen críticas como la de Camille Paglia a la que le pareció que la salida del armario había sido poco seria –¿Hay algo que le haya parecido alguna vez bien a Camille Paglia?–. Mientras recordamos que el antónimo de divertido no es serio, es aburrido, merece la pena señalar que el gran acierto de Ellen al hacer comedia con su salida del armario fue precisamente eso: evitar las historias dramáticas que hasta la fecha condenaban a los homosexuales a la enfermedad, a la muerte, al fracaso o en el mejor de los casos a una vida en el armario.
Ellen, la sitcom (emitida en España en La 2 a partir de 1997) se acabó la temporada siguiente. A Ellen le costó levantar cabeza (su talkshow no comenzaría hasta cinco años después). Laura Dern fue acosada por constantes preguntas acerca de su orientación sexual solo por el hecho de haber interpretado a Susan y estuvo casi dos años sin trabajar. La ABC recibió un aviso de bomba. Hasta que terminó la serie, su plató tuvo que ser revisado cada día de grabación por miedo a ataques. El correo de Oprah se llenó de amenazas. Es el precio que tuvieron que pagar Ellen Degeneres y Ellen Morgan por salir del armario y quienes las apoyaron públicamente.
Pero sembraron el germen de algo nuevo, marcaron un hito en la historia de la televisión y en la historia de los derechos y libertades de los homosexuales. Ellen, que nunca quiso definirse como una activista, 19 años después recibió la medalla de la libertad de manos de Obama que agradeció en nombre del país su salida del armario aquel 30 de abril de 1997.
Es fácil olvidar ahora que el matrimonio es igualitario bajo la ley, cuánta valentía le hizo falta a Ellen para salir del armario en las más públicas instancias hace casi 20 años. Cuán importante fue, no solo para la comunidad LGBT, sino para todos nosotros, ver a alguien tan lleno de bondad y luz, alguien que nos encanta, alguien que puede ser nuestra vecina, nuestra compañera, nuestra hermana, retar nuestras propias asunciones, recordarnos que tenemos mucho más en común de lo que creemos, y empujar a nuestro país en dirección a la justicia. Arriesgar tu carrera así… es algo que la gente no hace muy a menudo”.
21 años después Ellen, una de las presentadoras más importantes del mundo, celebró en su talkshow el aniversario de aquel episodio con la visita de Oprah y de Laura Dern.
En marzo de 1997, cuando Ellen todavía no había salido del armario ni sabía la que se le iba a venir encima, en un plató de Burbank alguien gritó “¡corten!”. Se acabó la jornada de trabajo y todos aplaudieron: bajo un total secretismo, El episodio del cachorro se había terminado de grabar. Fue entonces cuando todos los compañeros de trabajo y amigos de Ellen presentes en el rodaje le sacaron una tarta que decía: “Bien por ti, eres gay”. Seguramente entonces, justo antes de que Ellen hiciera historia de la televisión, ya le había merecido la pena.
Fuente: revistavanityfair.es