Anthony Santos, conocido como «El Mayimbe», es un artista singular y enigmático que se aleja de las convenciones establecidas por la industria musical global. Tanto en su vida personal como en el escenario, se distingue por ir en contra de la corriente.
Las fiestas son el corazón de su vida artística. Las suyas son legendarias, durando hasta el amanecer, con una energía contagiosa que convierte cada evento en una experiencia casi ritual. Para Santos, estas celebraciones son un santuario, un espacio donde el «mayimbismo» se transforma en una devoción colectiva.
Mientras muchos artistas buscan visibilidad y reconocimiento a través de los medios, Santos prefiere mantenerse alejado de la exposición mediática. Reside en su refugio en Montecristi, evita apariciones en televisión, radio, YouTube y redes sociales, y no suele compartir opiniones sobre temas sociales o nacionales. Su enfoque está completamente centrado en su música, sus fiestas y su público, cuidando meticulosamente su imagen y popularidad.
Santos es selectivo con sus presentaciones, eligiendo cuidadosamente cuándo y dónde actuar. Explica que evita repetir presentaciones en la misma localidad en intervalos cortos para no perder su exclusividad y mantener su valor tanto para el público como para los empresarios.
Sobre sus tarifas, Anthony Santos es uno de los artistas mejor pagados de República Dominicana, con cifras millonarias. Insiste en que siempre le paguen por adelantado, y gestiona sus negocios con un equipo de confianza. Su posición en la música popular se ha mantenido sólida durante más de tres décadas, lo que refleja su éxito y control sobre su carrera.
En sus propias palabras: “Cuando estoy en un escenario con mucha gente, es cuando realmente me engrandezco».