A pesar de ello, ambos han acabado manteniendo una cita en la que no han faltado las pullas
Madrid-.Antonio ha llegado este martes al restaurante de First Dates con el objetivo de encontrar el amor. Tras ser recibido por Laura Boado, el cordobés de 42 años afincado por motivos de trabajo en Zaragoza reconocía que estaba buscando a una chica que le hiciera reír y que, a ser posible, se pareciera a la nueva camarera del programa. Sin embargo, el programa le emparejaba con una de las últimas personas que esperaba ver en el restaurante. Se trata de Belén, una zaragozana de 40 años de edad a quien ya conocía del pasado y con quien no acabó nada bien.
Así lo daba a conocer Belén nada más entrar al restaurante, momento en el que le explicaba a las cámaras del programa que tuvieron una relación cuanto menos complicada en el pasado: «Acabamos peleándonos, todo fatal. Acabamos como el rosario de la aurora y no terminó bien». De ahí que la cita se torciera desde el primer momento, pues ambos recordaban perfectamente lo que había sucedido en el pasado y lo que les acabó distanciándoles hasta hoy. No obstante, y a pesar de que Belén dejara desde el primer momento que no le había gustado tampoco físicamente, ambos se sentaban a cenar: «Sus mechas no me han gustado. Están bastante desactualizadas y le haría un cambio de look».
«Tuvo un humor andaluz que para mí no tuvo gracia»
Mientras tanto, Antonio pretendía pasar página en busca de una segunda oportunidad: «Me han traído a la chica esta, así que a ver por dónde tira la cosa». Por esa misma razón, y a pesar de que ambos tuvieron sus más y sus menos en el pasado, optaban por sentarse a cenar juntos. Una vez allí, Belén le dejaba claro que sabía de sobra con quién se estaba sentando a cenar y recordaba lo mucho que le dolió lo que sucedió en el pasado: «Yo estoy en una pagina para ampliar mi círculo de amigos y a mí me suenas de que estuvimos en un grupo que duró muy poco».
A pesar de que recuerda que al principio todo iba muy bien, la comensal reconoce que todo se acabó torciendo por varios motivos. Algo que llevaba a Antonio a adelantarse a la jugada de su cita y a pedir perdón por lo sucedido: «Te pido disculpas. Malinterpreté una cosa que dijiste, me supo mal y estaba pasando unos días bastante susceptibles». Después de que Belén recordara que tuvieron un encontronazo de la manera más tonta posible, esta comenzó a explicar lo sucedido frente a la audiencia del programa: «Conté una anécdota que me pasó en casa y tuvo un humor andaluz que para mí no tuvo gracia. Pues para chula yo».
«Fue un malentendido»
Mientras tanto, Antonio lo achacaba a un malentendido que sin duda alguna marcaría la cita entre ambos: «Fue un malentendido. Yo creo que me contestó de forma un poco brusca. Me enfadé y me piqué un poco con ella». De esta manera, la cita no empezaba de la mejor manera posible. Y acabó de la misma manera.
A pesar de que enterraron el hacha de guerra, Belén aseguraba minutos más tarde que no quería tener una segunda cita con Antonio tanto por la mochila del pasado como por la personalidad de la cita. Algo que llevaba a Antonio a reconocer que tampoco le gustaría seguir conociendo a Belén más allá del programa.
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